Hay muchas personas que odian usar guantes de neopreno durante sus inmersiones. Es cierto que requiere un tiempo acostumbrarse a llevarlos y a manejar los diferentes elementos que llevamos en nuestras inmersiones. No es igual de cómodo manejar el hinchador del chaleco o las griferías, y es más difícil encontrar las válvulas de escape de aire del chaleco.
También nos será más incómodo manejar nuestra cámara de fotos, encontrar y abrir nuestros mosquetones o manejar la boya de señalización.
Pero la cuestión es que ese mal sólo dura un tiempo. Es decir, es un mal menor ya que lo único que requiere es un proceso de adaptación, aprendizaje y… ¡acostumbrarse! como todo en el buceo, como todo en la vida.
¿Por qué usar guantes de neopreno en nuestros buceos?
Al igual que ocurre con los calcetines, estamos añadiendo una capa de neopreno a nuestra piel. Además, justo en una zona donde el calor corporal se pierde más fácilmente. Es por ello que en aguas por debajo de los 20º agradecerás mucho el uso de los guantes.
Pero debemos tener en cuenta que los guantes de buceo no nos benefician únicamente en cuestiones térmicas. Pensemos en los siguientes escenarios:
- No puedo abrir la grifería de tu botella, va muy dura.
- Me he pellizcado el dedo con esa hebilla.
- ¡Vaya faena! ni me he enterado durante la inmersión. Y has salido con un corte en la mano…
- Coral urticante, bichitos venenosos, roces con medusas…
Sabemos de sobra que no debemos tocar ningún elemento del entorno, ni debemos acercarnos tanto como para molestar en su hábitat. El control de la flotabilidad es la clave, mantener siempre un metro de distancia al fondo y ¡No tocar! Han de ser principios básicos en tus inmersiones.
No obstante, es posible que todavía no controles tu flotabilidad a la perfección. Y a veces un buceo se puede ver complicado por una corriente o un cambio del mar de superficie que nos hace emplear las manos. En este tipo de situaciones los guantes de neopreno nos evitarán ese corte, ese pinchazo con una roca afilada o ese roce con un gusano de fuego o una pequeña medusa.
✅ Usa el tipo de guantes adecuado…
Recuerda que no tienes porqué llevar unos guantes de 5 o 6 milímetros. Existen en el mercado guantes que van desde un milímetro hasta cinco, normalmente. Obviamente dejaremos los guantes más gruesos para cuando son necesarios en aguas frías.
Los guantes más finos son ideales si prefieres comodidad a la hora de manejar tu cámara de fotos bajo el agua y verás que con ellos es muy sencillo manejar el resto de elementos de tu equipo de buceo.
Guantes de entre 2 y 3 milímetros ya nos protegen bien de la pérdida de calor corporal a través de nuestras manos y siguen siendo bastante cómodos en términos de maniobrabilidad.
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Cuidado de los guantes de buceo
No debes tener mayor cuidado que con cualquier otro elemento de neopreno de tu equipo. Al fin y al cabo son un atuendo más de nuestro equipo como buceadores y ya conoces bien las labores a desempeñar tras tus inmersiones.
Un enjuague a fondo con agua dulce tras los buceos; darles la vuelta para que sequen antes por la parte interior, ya que muchos llevan un pequeño forro; y dejar que se sequen completamente antes de guardarlos en un lugar donde haya calor, pero sin exponerlos directamente al sol durante mucho tiempo y que esté bien ventilado para evitar la proliferación de bacterias. ¡Con eso es más que suficiente!
✅ Recuerda aquí los trucos que explicamos para el cuidado de los calcetines de buceo. ¡También nos sirven para los guantes!
Y terminamos hablando de otros elementos de neopreno, que tienen que ver con la protección de otras partes de nuestro equipo de buceo. Veamos aquí, todo sobre las protecciones y coberturas de neopreno.