El equipo de buceo

Desde Buceitos.com trabajamos duro para que conozcas bien el equipo de buceo, de qué partes consta y cómo nos permite disfrutar bajo el agua. El medio acuático no es nuestro hábitat natural; motivo por el cual, nuestro equipo de buceo será siempre el mejor aliado.

Podrás descubrir todo el material de buceo, sus partes, los diferentes elementos y accesorios que lo componen. Además trabajamos para que tengas acceso a una valiosa información sobre todo lo relacionado con los equipos: funciones, modo de uso, consejos, ofertas, opiniones y reseñas sobre todos los materiales que necesitamos en el buceo recreativo.

Así de importante es nuestro equipo y por ello desde el primer curso de buceo hemos de conocer todas y cada una de las partes que lo componen, el porqué y el para qué de todas ellas. ¡Vamos con ello!

Persona + Equipo de buceo + Conocimientos + Medio acuático = Buceador

Comenzaremos hablando del equipo ligero, que se compone de los tres elementos clave para hacer snorkeling y que son: la máscara de buceo, el tubo de snorkel y las aletas.

Después hablaremos del cinturón de plomos, que es un elemento que necesitamos también, si haciendo snorkel deseamos bajar a bucear haciendo alguna apnea, junto con el traje de buceo.

Finalmente aprenderemos algunas cosas importantes acerca del equipo pesado, necesario para practicar buceo recreativo y que también denominamos equipo de buceo autónomo y se compone de: la botella, el chaleco y el regulador.

El equipo de buceo ligero.

Se denomina de esta manera porque es la parte del equipo que se compone de los tres elementos básicos para poder introducirnos en el agua a empezar a conocer este maravilloso mundo. También se denomina así porque es la parte del equipo que pesa muy poquito y que podremos llevar en nuestra bolsa de buceo a cualquier sitio y quizás sea lo primero que adquieras como buceador principiante. Yo te lo recomiendo y, además, es lo más económico.

La máscara de buceo

La llamamos máscara, sí; no son unas gafas, ya que éstas son las que se emplean para nadar. Como vimos en el tema anterior, una de las primeras cosas que notamos cuando estamos en el agua es que nuestra visión cambia significativamente respecto al medio al que estamos acostumbrados.

Sabemos que bajo el agua vemos de una forma borrosa y difuminada e, incluso, hay muchas personas que les incomoda el agua salada en los ojos y no somos capaces de mantenerlos abiertos bajo el agua demasiado tiempo. Este elemento del equipo de buceo lo único que hace es acercarnos a nuestro medio natural dentro del agua. ¿Por qué decimos ésto? porque la máscara crea un espacio aéreo entre el agua y nuestros ojos. De este modo nuestros ojos y nuestro cerebro pueden funcionar para captar e interpretar las imágenes de forma idéntica a como lo hacen, normalmente, en tierra firme. La máscara mantiene ese espacio de aire de modo que ya podemos ver con total claridad. Es nuestra primera adaptación al medio, solucionada por el primer elemento básico de nuestro equipo de buceo.

Máscara y tubo del equipo de buceo

No obstante, debemos recordar el fenómeno de la refracción. Éste se mantiene porque la luz sigue pasando del medio acuático al medio aéreo de nuestra máscara, por lo que cambia su velocidad y la forma en la que es captada por nuestros ojos. De modo que debemos recordar que seguiremos viendo los objetos más grandes de lo que son y más cerca de lo que están. Pero… vemos claramente, ¡muy claramente! que es lo importante.

Las hay de muchos tipos, formas y colores. Pero eso no nos atañe ahora. Lo importante es que sepamos que cuanto más cerca quede la pantalla de nuestros ojos, veremos con una mayor amplitud. Únicamente debemos tener presentes estos tres puntos:

Cuando estrenemos máscara, hemos de eliminar una película que les dan de fábrica por la parte interna de la pantalla. Esto se hace dejándolas entre 8 y 12 horas con dentífrico. Sí, lees bien. Debemos aplicar con el dedo un poco de pasta de dientes por la cara interna de la pantalla de nuestra máscara, dejarlo unas cuantas horas y luego lavarlas con agua normalmente. Si no lo hacemos… nuestro buceo será bastante incómodo ya que la máscara se empañará demasiado a menudo.

Antes de ponernos (o comprar) una máscara para bucear debemos de probarla correctamente. Es sencillo, la colocamos en nuestra cara de forma adecuada y cómoda, sin ponernos la tira ajustable y aspiramos un poquito por la nariz. La máscara debe ajustarnos perfectamente, ha de quedar «pegada» a nuestra cara y no ha de caer hasta que le metamos aire de nuevo por la nariz. Si nos ajusta bien en este momento… ¡nos ajustará buceando!

El tubo de snorkel en el equipo de buceo

Como buenos buceadores debemos llevar siempre nuestro tubo. ¿Por qué? pues para respirar por él cuando estemos en superficie. Piensa que, en ocasiones, puede pasar más tiempo del deseado en superficie, antes de bajar a bucear o después de haber salido de nuestra inmersión. Si respiramos por el tubo en estos momentos… es un menor gasto de aire que hacemos en nuestra preciada botella.

Por otro lado, a veces, nos podemos quedar haciendo snorkel hasta que salen más compañeros o podemos visualizar, desde la superficie a otros buceadores (por ejemplo, observando los ejercicios de un curso). Tener el tubo siempre disponible nos puede evitar algún trago de agua no deseado, por ejemplo cuando las olas vienen grandes o si estamos cerca de una zona donde salpican. Para eso el tubo… ¡es nuestra segunda adaptación al medio! Es lo primero que nos permite respirar en el agua de una forma diferente a como estamos acostumbrados a hacerlo.

También los hay de muchos tipos y colores. Adquiere el que más te guste pero ten en cuenta estas dos cosas: que no sea demasiado largo y que tenga el borde o la curva bastante redondeada. Los que presentan bordes muy marcados ofrecen algo de resistencia a la respiración (no sé por qué los siguen fabricando) y si son muy largos… cuando entra algo de agua y queremos vaciarlo, debemos soplar demasiado fuerte y puede resultar incómodo.

Aletas del equipo de buceo
Aletas calzantes o de pié cerrado.

Las aletas

Nuestra tercera adaptación al medio. El agua ofrece cierta resistencia a la hora de desplazarnos, lo que nos hace lentos y dificulta nuestros movimientos. Para sentirnos cómodos y para movernos con más agilidad, menos esfuerzo y sin emplear los brazos, tenemos este elemento del equipo de buceo ligero.

Las aletas hacen que nos parezcamos a los peces y sí, son muy incómodas en tierra y en el barco, pero… merecen mucho la pena unas buenas aletas bajo el agua. Nos permiten desplazarnos con total facilidad, comodidad y minimizan mucho el esfuerzo que hemos de hacer. Son las primeras causantes de que el buceo sea una actividad relajada, cómoda y divertida.

Aletas de tiras del equipo de buceo
Aletas de tira ajustable

A grandes rasgos disponemos dos tipos de aletas: las de pie cerrado, que podemos calzarnos únicamente con un calcetín de buceo o sin nada; recomendadas para lugares de aguas cálidas. Y las de tira ajustable, que nos tenemos que calzar junto a un escarpín de buceo y que se recomiendan para aguas templadas y, por supuesto, frías.

Podrás informarte mucho más acerca de las aletas pero tampoco nos ocupa ahora hacernos expertos en material de buceo. Pero quizás te gustaría saber las diferencias entre las aletas de pala larga y estrecha y las de pala ancha, generalmente más cortas. Con las largas, generalmente nos van a demandar un poquito más de esfuerzo pero nos van a dar más potencia, van bien para bucear cuando hay algo de corriente. Las anchas son más cómodas y casi no demandan esfuerzo, ideales para aletear en aguas más tranquilas.

El traje de buceo

Realmente, si estamos en aguas ecuatoriales o tropicales templadas, veremos a muchos buceadores que no lo usan. Mi recomendación es llevar siempre un traje de neopreno largo, aunque sea finito si el agua está caliente.

Como vimos en el tema anterior, nuestro cuerpo se enfría veinte veces más rápido en el agua que en el aire. Esto hace que, aunque 25º sean una temperatura muy agradable para nosotros en tierra, en el agua, pasados los primeros 20 minutos podamos sentir algo de frío y créeme, bucear con frío no es nada agradable. El traje de buceo no nos abriga en el agua, pero si evita que perdamos calor a la velocidad que lo perderíamos si no lo llevásemos. Veamos, a grandes rasgos, los tipos de traje que tenemos:

Por un lado están los trajes húmedos. Son trajes de neopreno y los hay de tres, cinco, seis, siete y hasta de ocho milímetros de espesor (en función de las aguas donde vayamos a bucear y de lo frioleros que seamos). Los que más se venden son los de tres y cinco milímetros. También pueden ser largos (mangas y perneras completas) y cortos (mangas y perneras hasta los codos y rodillas), que no recomiendo.

Se denominan húmedos porque dejan entrar agua entre nuestra piel y el neopreno, pero es precisamente ese agua, que tarda en escapar del neopreno la que se calienta y nos mantiene el calor en el cuerpo. Además las pequeñas burbujas de aire que contiene en el neopreno en su interior, nos aíslan de ese escape de calor corporal. Los trajes húmedos van a ser buenos aliados en aguas templadas y cálidas. Un amplio abanico de temperaturas (según los milímetros de espesor que hemos comentado), desde los 16º en adelante. Aunque muchas personas por debajo de los 20º prefieren un traje seco.

Los trajes secos, se denominan así porque… literalmente salimos secos de bucear. Son de diversos materiales impermeables y llevan unos sellos (de silicona o látex) en todas sus aberturas, de manera que no permiten que entre agua en su interior. La particularidad de estos trajes es que llevan también una válvula de entrada de aire (y otra de vaciado) que permite que entre y salga aire del traje mientras buceamos.

Por ello son ideales para las aguas frías, nos aíslan perfectamente de la pérdida de calor corporal pero son mucho más caros, requieren más cuidado y mantenimiento y también requieren entrenamiento antes de comenzar a usarlos.

Escucharás acerca de los trajes semisecos. Son realmente trajes húmedos, como los que hemos descrito al inicio y con sus mismos principios pero en este caso están mejor diseñados, suele haber mucha más variedad de tallas para que ajusten más al cuerpo y tienen unos sellos de neopreno, más fino y ajustado que los primeros. Por ello el agua, que nos entra y nos aísla de la pérdida de calor, apenas se recicla durante el buceo y nos aíslan algo mejor que los primeros. También son más caros que los trajes húmedos pero mucho más económicos que los secos. El mantenimiento es similar al de los húmedos y pueden ser una muy buena opción para aguas entre 18º y 25º.

Si vas a usar trajes seco o semiseco sería muy recomendable contar con unos guantes de neopreno. Recuerda que siempre perdemos la mayor parte del calor corporal a través de nuestras manos y pies. Por lo que desde Buceitos.com siempre recomendamos el uso de calcetines y guantes de neopreno. Mira estos, los hemos probado y la verdad que son una pasada y en cuanto a calidad – precio son inmejorables:

El cinturón de plomos en el equipo de buceo

Lastre de plomos de buceo

Empleamos un cinturón con unas cuantas (o unas pocas) pastillas de plomo para poder sumergirnos. Normalmente una persona flota en el agua del mar con sus pulmones llenos de aire pero si vaciamos los pulmones… generalmente tenderemos a hundirnos. Esto es porque, con los pulmones llenos de aire, nuestro volumen es mayor y tenemos flotabilidad positiva.

Por ello un buceador equipado con su neopreno, su chaleco y su botella casi siempre tendrá flotabilidad positiva, ya que el equipo de buceo nos añade mucho volumen y no demasiado peso.
Es decir, el peso del líquido que desaloja nuestro volumen estando equipados es mayor que nuestro peso, tenemos flotabilidad positiva y nos sería imposible descender para bucear. Es por ello que necesitamos añadir plomo a nuestro equipo, para poder tener flotabilidad negativa. El plomo nos soluciona, de nuevo, otra de las adaptaciones al medio de las que hablábamos en el tema uno.

Es importante tener en cuenta que debemos ir con la cantidad de plomo adecuada. Lo que denominamos «ir correctamente lastrados». Pero de esto hablaremos en el último tema cuando veamos el control de lastre.

Debemos saber que además del cinturón de plomos (colocar las pastillas de plomo a lo largo de un cinturón, como verás en las sesiones de práctica), también existe el sistema de lastre integrado. Algunos chalecos llevan junto a sus bolsillos unos cartuchos con cremallera, donde podemos meter las pastillas de plomo. Casi todos los chalecos nuevos llevan este sistema. Como siempre… ¡cuestión de gustos!

El equipo de buceo autónomo.

Lo denominamos equipo de buceo autónomo porque está compuesto por los tres elementos clave para en buceo autónomo. El chaleco, que nos permite controlar la flotabilidad; la botella, que contiene el aire y el regulador, que nos hace llegar el aire a la presión que necesitamos para respirar debajo del agua.

El chaleco del equipo de buceo
BCD tipo Chaleco «Jacket».

El chaleco de flotabilidad o BCD

BCD, del inglés Buoyancy Control Device ó dispositivo para el control de la flotabilidad. Lo explicamos porque la mayoría de veces escucharemos esto de BCD. Nos referimos al chaleco de nuestro equipo de buceo.

Sabemos que necesitamos los plomos para poder descender pero no debemos ir pegados al fondo, ni en el mar, ni en los lagos y tampoco en los ríos. Necesitamos mantenernos siempre a una distancia prudente del fondo en flotabilidad neutra, ya que no queremos dañar los ecosistemas ni la vida del fondo.

Necesitamos meter aire en nuestro chaleco para incrementar nuestro volumen y equipararlo con nuestro peso. Obtenemos la flotabilidad neutra. Por ello es tan importante este elemento de nuestro equipo de buceo y es algo básico para bucear.

Actualmente los hay de todos los tipos y configuraciones, pero todos los chalecos funcionan de la misma manera y tienen los mismos componentes:

  • La bolsa o vejiga: va en el interior del chaleco, hecha de diferentes materiales de poliuretano o similares y es la que contiene el aire en el interior del chaleco.
  • El chaleco en sí: suele ser de tejidos de nylon y llevar tiras de ajuste, bolsillos y anillas para llevar y colgar los demás objetos de buceo.
  • La espaldera: hecha de algún polímero, plástico o metal, su misión es apoyar nuestra botella de buceo en ella. Lleva consigo una o dos tiras para sujetar nuestra botella a la espalda.
  • La tráquea: va conectada al regulador mediante el latiguillo de baja presión. Tiene un botón de hinchado, otro de deshinchado y una abertura por donde lo podremos hinchar soplando por la boca y que es por donde sale el aire del chaleco cada vez que pulsamos el botón de deshinchado. Al principio es lo que más tocamos los buceadores para controlar nuestra flotabilidad.
  • Válvulas de deshinchado: son las válvulas por donde escapa el aire cuando las usamos para deshinchar el chaleco. También se llaman válvulas de sobrepresión, ya que también sale aire si hinchamos nuestro chaleco a tope y no puede contener más aire. Suele haber una en la parte superior del tirante derecho y otra inferior en la parte posterior del chaleco. Las manejamos a nuestro antojo, tirando de la cuerda que llevan, cuando deseamos eliminar aire del chaleco. En la mayoría de chalecos, si tiramos de la tráquea también sale el aire por una tercera válvula que leva la propia tráquea.
Equipo de buceo tipo alas
Alas de buceo, con espaldera y arnés.

Las alas de buceo o chaleco tipo donut

Escucharás hablar de chaleco tipo alas o donut. Es el mismo sistema con la particularidad de que la vejiga sólo contiene aire en nuestra espalda. Tiene forma de donut y no de chaleco, tampoco lleva bolsillos, anillas ni tiras ya que eso son elementos que le debemos añadir nosotros mediante la instalación de la espaldera y del arnés. Las usan más los buceadores técnicos, o los buceadores de especialidad en cuevas y pecios.

¿Ventajas? ocupan menos, las podemos configurar a nuestro antojo (esos tres elementos: alas, arnés, espaldera), añadir bolsillos y anillas según nuestros gustos y necesidades.

¿Chaleco o alas? Yo recomiendo el chaleco para los buceadores principiantes porque es lo que vamos a encontrar en todos los centros de buceo. De modo que es mejor acostumbrarnos a bucear con él. Las alas contienen el aire en nuestra espalda, como hemos mencionado, lo que nos ayuda bastante a tener una posición horizontal de buceo óptima, pero en superficie nos costará mantenernos en vertical. El chaleco contiene algo de aire en la espalda pero sobre todo en los costados, lo que nos facilita la posición vertical cuando estamos en superficie.

Al final… como todo ¡cuestión de gustos! A mí me gusta mucho la opción mixta: tenemos bastantes modelos en el mercado de chalecos semialas. Son un chaleco pero con bastante aire en la espalda en una vejiga tipo donut, que también mete aire en los costados. Aúna las ventajas funcionales de mantener buena posición durante el buceo y en la superficie pero sigue siendo un todo en uno, con lo que no tendremos las ventajas de la configuración ni la independencia de los tres elementos de arnés, vejiga y espaldera.

Recuerda elegir bien tu talla: las tiras deben de ajustar a la perfección y el chaleco te tiene que quedar pegado al cuerpo, con el traje que vayas bucear. Si no nos ajusta a la perfección, sobre todo, si nos queda grande… el buceo no será cómodo ya que la botella se irá de un lado a otro y tendremos la sensación de que nos giramos hacia un lado sin saber porqué (que ya lo sabemos).

La botella en el equipo de buceo

No hay elemento más clave, ya que sin botella ¡no hay aire para respirar! Como hemos dicho va sujeta a la espaldera de nuestro chaleco mediante una o dos tiras, con un cierre de presión y un velcro. Tenemos botellas de aluminio, más ligeras, menos resistentes a golpes y abolladuras pero son más resistentes a la corrosión y al óxido; botellas de acero, mucho más pesadas y menos resistentes al óxido y la corrosión pero aguantan mejor los posibles golpes y con ellas necesitaremos menos lastre. Por otro lado, las hay de 8, 10, 12 y 15 litros de capacidad. En la mayoría de centros de buceo las encontrarás de 12 y de 15 litros y elegiremos una u otra en función de nuestro consumo.

Su uso simplemente depende de la zona de buceo. En América y Asia domina el aluminio, en África y en Europa se ven más las de acero. Sin más. Lo que debemos saber de las botellas es lo siguiente:

Todas las botellas de buceo llevan las siguientes marcas: El año de fabricación, el fabricante y el número de serie de esa botella por un lado. Por otro lado el material del que están hechas, la presión de trabajo que soportan y el departamento de control de la botella. Finalmente la fecha en la que ha pasado la última prueba hidrostática. Hemos de fijarnos siempre, antes de bucear, en todo ello.

Toda botella de buceo ha de pasar una inspección visual al año. Un profesional desmonta la grifería y con el material adecuado inspecciona visualmente la botella por fuera y, sobre todo, por dentro. De esta manera se observan posibles picazos, abolladuras o desperfectos en el material de la botella y sobre todo, se observa si hay o no hay corrosión u óxido dentro de la botella y estado interior de la misma. Las botellas de acero, con el tiempo acaban teniendo corrosión en su interior y hay que proceder a su limpieza o a desecharlas, según sea el caso.

Las botellas de buceo en España también pasan una prueba hidrostática cada cinco años (en otros países es entre tres o cinco años) en la que se comprueba el estado del material mediante su llenado a presión con agua. Se comprueban así la fatiga y la reducción del material con el paso del tiempo. Sabemos así si determinada botella ya no es apta para trabajar a la presión adecuada y por lo tanto, hemos de desecharla. Con cada prueba hidrostática las botellas son retimbradas y debemos comprobar que la última marca/fecha de prueba hidrostática está dentro de estos cinco años.

Tipos de grifería del equipo

Los tipos de grifería

Las botellas van unidas mediante un sistema de rosca a su grifería. La grifería es una pieza metálica que comunica el aire de la botella con nuestro regulador mediante un sistema de cierre y apertura. No debemos observar óxido ni corrosión en la unión de la grifería ya que de ser así, la botella seguro que contiene demasiado óxido en su interior. Tampoco debemos poder aflojar ni apretar la grifería con la mano ya que sería síntoma de que está floja y… ¡ojo! puede contener aire a 220 bares. Debemos conocer los dos tipos de grifería que hay en la actualidad:

Doble grifería del equipo de buceo
Grifería de doble conexión
  • INT/internacional: es una conexión que se une a nuestro regulador por presión, la distinguiremos porque vemos que el agujero que queda en la conexión es de menor diámetro y porque lo rodea una junta tórica. Es el sistema que más vemos en España.
  • DIN: es otro tipo de conexión que funciona a rosca. En este tipo, el agujero que queda a la vista es de mayor diámetro y lleva una rosca, en donde enroscamos nuestro regulador. En este caso la junta tórica está en nuestro regulador, en lugar de en la grifería.

La mayoría de reguladores que se ven en España, son de horquilla (ya lo veremos), es decir se conectan mediante anclaje por presión a la grifería de tipo INT. Por otros países se ven más reguladores con rosca para griferías tipo DIN. Hemos de saber que, en la práctica, no importa demasiado ya que cualquier grifería se puede convertir de DIN a INT, se trata de quitar o poner un núcleo. El núcleo simplemente, es un adaptador que se enrosca a una grifería DIN y que lleva la junta tórica, para pasar a ser una conexión tipo INT.

Además en numerosos centros de buceo tienen varias botellas con doble grifería y de doble conexión, en cuyo caso nos encontraríamos algo muy similar a lo de la imagen de la izquierda. En ella podríamos conectar cualquier tipo de regulador; un tipo INT en la conexión frontal y/o un tipo DIN en la conexión superior.

El regulador, clave del equipo de buceo autónomo

Regulador en dos etapas
Regulador del equipo de buceo
Primera etapa regulador tipo DIN
Primera etapa de un regulador DIN
Primera etapa de un regulador INT
Primera etapa de un regulador INT

Dejamos para el final al rey del equipo. Ningún elemento es prescindible para el buceo recreativo, pero el regulador es el encargado de proporcionarnos el aire que necesitamos para respirar, para tener flotabilidad, para respirar en caso de emergencia y para conocer el aire que nos queda en la botella.

Para todo eso sirve el regulador, encargado de repartir el aire de la siguiente manera:

  • Transmite el aire para respirar a nuestras dos «segundas etapas», la principal y la de emergencia.
  • Proporciona el aire a nuestro chaleco o alas, cada vez que le damos al botón de hinchar.
  • Lleva el aire, con la presión de la botella, hasta nuestro manómetro. De modo que podemos saber la presión y por tanto la cantidad de aire que nos queda en la botella, cada vez que queramos saberlo.

Como buceadores debemos conocer el funcionamiento del regulador y sus partes. El regulador consta de dos etapas. La primera de ellas es metálica y se conecta a la grifería de la botella mediante los dos sistemas que ya conocemos, INT o DIN. Es el extremo más pesado del regulador y puede presentar forma de horquilla (INT) o forma de tornillo ancho (DIN).

Además, es de nuestro interés conocer cómo funciona por dentro el regulador:

La primera etapa, sea DIN o INT, está divida en dos cámaras en su interior. La cámara de alta presión es la primera de ellas, a donde pasa directamente el aire de la botella. Por ello de esta cámara de alta presión sale la conexión del latiguillo del manómetro. De esta manera podemos saber el aire que nos queda, ya que el manómetro nos marca directamente la presión de la botella.

De la cámara de alta presión, el aire pasa a la segunda cámara del regulador. Esta cámara de presión intermedia, suele estar entre 10 y 11 bares de presión (según marcas y modelos) y reduce, entonces, la presión del aire de la botella. De esta segunda cámara es de donde salen los latiguillos de las dos segundas etapas y el del hinchador del chaleco.

Finalmente las dos segundas etapas (por donde respiramos), la principal y la de emergencia, contienen una membrana en su interior haciendo que la presión del aire, antes de ser respirado, se reduzca a la presión que estemos en ese momento, buceando.

Es decir, es en las segundas etapas del regulador donde la presión intermedia, que viene de la segunda cámara de la primera etapa, se reduce a la presión ambiente. Que es a la presión que podemos respirar.

Esto último se ve en cursos más avanzados. Pero considero importante que, desde el principio entendamos, el funcionamiento de un elemento tan primordial como el regulador de buceo.

Regulador principal y secundario con manómetro. Todo en uno.
Pack de regulador: dos segundas etapas y manómetro.

Segunda etapa alternativa

Como ya hemos indicado anteriormente, nuestro regulador debe tener dos segundas etapas. La segunda de ellas es la que denominamos alternativa o de emergencia. Se trata de tener siempre disponible otra fuente de aire por si algún compañero la necesita.

Es idéntica a la principal pero suele ser de otro color. El estándar es que tanto el latiguillo como la segunda etapa sean de color amarillo y debemos llevarla siempre visible. Tenemos que colocarla con el latiguillo por debajo de nuestra axila y la segunda etapa visible en algún lado del triángulo que forman los extremos inferiores de nuestra caja torácica y nuestra barbilla. También la solemos llamar octopus. En la jerga de la comunidad buceadora solemos llamar regulador (refiriéndonos a la segunda etapa principal del regulador) y al octopus (haciendo referencia a la segunda etapa secundaria del regulador).

Otros elementos del equipo de buceo:

Hablaremos ahora de otros elementos de nuestro equipo que no son, para nada, secundarios. Por ello, al menos, los mencionaremos ya que su funcionamiento y uso es bastante lógico y no requiere demasiada explicación:

Escarpines, capucha y guantes de buceo

En aguas templadas y sí o sí, en aguas frías, debemos calzarnos unos escarpines y unos guantes. El calor corporal siempre se pierde antes de las extremidades del cuerpo, por ello son importantes estos elementos del equipo. Al igual que la capucha. Todo ello nos ayuda a conservar el calor para bucear confortablemente y no preocuparnos de pasar algo de frío.

Además los escarpines nos permiten caminar de una forma mucho más confortable y segura tanto por el barco como por la playa o la zona de rocas, antes y después de la inmersión. Del mismo modo, los guantes también nos previenen de posibles roces, pequeños cortes o pinchazos accidentales durante el buceo.

Manómetro, profundímetro, reloj y termómetro.

El manómetro, como ya sabemos nos indicará la presión de aire que tenemos en la botella, es decir, la cantidad de aire que nos queda para bucear. Tiene marcado en rojo la zona de reserva y los valores que solemos tener en cuenta en sus lecturas son los siguientes:

Consola de buceo
Consola de buceo: integra manómetro, profundímetro y brújula.
  • 200 at (atmósferas o bares de presión): cuando iniciamos el buceo. Es la presión a la que se cargan las botellas.
  • 120 -110 bar: es cuando iniciamos el regreso o nos damos la vuelta, según sea el mapa de la inmersión.
  • 60-70 bar: momento de iniciar el ascenso a superficie.
  • 50 bar: avisamos que estamos en reserva e iniciamos el ascenso a superficie.

Tenemos que llevar un profundímetro y un reloj para controlar la profundidad y el tiempo de la inmersión. Veremos más adelante que son los valores clave para planificar nuestras inmersiones. Sin ellos o sin ordenador… ¡no hay buceo!

El termómetro… no requiere mucha explicación. Saber la temperatura del agua donde estamos buceando siempre es una información a tener en cuenta.

Navegación con brújula

Brújula, boya y cuchillo.

Brújula: no es obligatorio pero sí conveniente llevar una brújula en nuestro equipo de buceo. Aprenderemos más sobre ella y su correcto manejo en el curso avanzado, pero al menos en este primer curso practicarás los rumbos fijos de ida y vuelta. Al menos, podemos saber dónde estamos y hacia dónde vamos. Es decir, conocer el rumbo.

Manejo de la brújula o compás de buceo:

Sabemos que una brújula siempre muestra el norte magnético de la tierra. Es decir, este dispositivo siempre nos va a indicar dónde se encuentra el norte, en relación a la posición donde nos encontramos. Ahora bien. Gracias a este elemento podemos establecer rumbos que nos permitirán conocer hacia dónde nos dirigimos y en consecuencia, poder establecer los rumbos inversos para saber cómo volver al lugar donde partimos. Su manejo es muy sencillo, pero son muchas las personas que, al principio, nos podemos «liar» un poco con este tema.

Veamos las partes de una brújula de buceo:

Línea de rumbo: se trata de una línea que está fija en posición vertical, pintada o marcada sobre el cristal de la brújula. Esta línea siempre apunta al rumbo que estamos siguiendo. Por ello nos debemos situar siempre alineando nuestro cuerpo con ella. Es por ello que cuando miramos la brújula siempre hemos de formar un ángulo recto con nuestro brazo, de modo que la línea de rumbo sea totalmente paralela a nuestro cuerpo, si no queremos desviarnos del rumbo.

Navegación con la ventana de la brújula
Ventana de lectura: rumbo 290º

Lectura de la brújula: mirando la brújula desde arriba vemos cómo va girando esta parte de la brújula cuando nosotros vamos girando con ella. Es donde podemos ver las diferentes lecturas de entre los 360º grados. Éstos grados simplemente nos indican la desviación a la que estamos respecto al norte. Es decir si la brújula indica 90º, quiere decir que estamos a 90º respecto al norte magnético de la Tierra, es decir que estamos de frente al este. Si indica 180º, estaremos mirando hacia el sur y si indica 270º estamos de frente al oeste. Simple ¿verdad?.

Lectura inferior o «ventana»: No todas las brújulas la tienen, pero sí la mayoría. Simplemente es una ventanita que podemos observar en el lateral de la brújula, en su parte inferior, frente a nosotros: esta ventanita nos permite visualizar los grados del rumbo que estamos siguiendo en cada momento.

Bisel: todas las brújulas llevan su bisel. Es el aro que rodea la brújula y que podremos mover en ambos sentidos, generalmente. Este bisel lleva numerada toda la graduación de la circunferencia (de 0 a 360 grados, coincidiendo el 0 y el 360, obviamente). El bisel nos permite recordar el rumbo que deseamos llevar. Es decir si queremos ir a 90º, seguiremos el rumbo 90º y por ello deberíamos alinear la línea de rumbo con el valor 90º en el bisel. Esto nos permite dos cosas. Por un lado, si nos despistamos cuando estamos buceando podremos mirar nuestra brújula y recordar rápidamente que estábamos llevando un rumbo de 90º. Por otro lado, podremos fácilmente establecer los rumbos de vuelta girando el bisel en la posición opuesta (es decir sumando o restando 180º).

Uso de la brújula de buceo

Veamos cómo usarla en una práctica de rumbos de ida y vuelta: giro de 180º

Nos pueden decir directamente «siga usted este rumbo» (marcándonos los grados) o nos pueden indicar una dirección a seguir. Nos indicarán el número de ciclos de aleteo que deberemos alejarnos y después volver a la posición de partida.

Para este ejercicio, si nos indican los grados, simplemente colocaremos nuestro bisel haciendo coincidir esos grados con el final de la línea de rumbo, giraremos mirando por la ventanita de la brújula hasta que veamos esos grados en el medio de la ventana y nadaremos siguiendo ese rumbo durante el número de ciclos que nos hayan indicado. Para la vuelta, giraremos el bisel 180º , giraremos hasta encontrar ese nuevo rumbo en nuestra ventana y nadaremos hasta volver a la posición de salida.

En el caso de que nos indiquen una dirección, comprobaremos mirando en nuestra ventana, a cuantos grados se encuentra la dirección marcada, colocaremos el bisel haciendo coincidir los grados con el final de la línea de rumbo y nadaremos hacia ella el número de ciclos indicados. Para volver, procederemos de la misma manera que en el caso anterior, giramos el bisel 180º, nos giramos nosotros hasta encontrar el nuevo rumbo en la ventana y nadamos hasta volver a la posición inicial.

De modo que, si por ejemplo, nos indican el rumbo de 45º y 5 ciclos de aleteo, colocaremos nuestro bisel haciendo coincidir los 45º del bisel con el final de la línea de rumbo, giraremos hasta encontrar los 45º en nuestra ventana y nadaremos siguiendo ese rumbo en línea recta durante 5 ciclos de aleteo. Para volver, sumaremos 180º a los 45º, es decir 225º. Colocaremos el bisel haciendo coincidir los 225º con el final de la línea de rumbo, nos giraremos hasta encontrar los 225º en nuestra ventana y nadaremos de vuelta a la posición de partida.

Si deseas conocer el ejercicio con brújula del curso de buceo avanzado puedes verlo aquí.

Boya: un dispositivo de señalización visual, para poder sacarla en superficie y señalizar nuestra posición para que nos vean más fácilmente. En este primer curso únicamente tu instructor te mostrará cómo se despliega, se hincha y se envía la boya a la superficie para que te familiarices con ello. Es en el curso avanzado cuando aprenderás y realizarás la práctica con la boya de señalización.

El cuchillo. No, no es para matar tiburones ni nada por el estilo. Debemos llevar un cuchillo de buceo simplemente por precaución. Liberarnos de algún sedal de pesca, cortar algún hilo o cabo que amarra algo que queremos soltar, liberar animales de algunos «apuros», ayudar a un compañero que se ha enganchado en algún lugar… No se suele emplear nunca, pero hemos de llevarlo.

Mantenimiento del equipo de buceo

Debemos conocer el mantenimiento básico de nuestro equipo de buceo; bueno, el nuestro o… cualquier equipo de buceo. No es gran cosa y creo, que es todo bastante lógico, de modo que simplemente lo resumiremos en unos ítems a seguir para tener un esquema claro en la cabeza y que nunca se nos olvide nada.

De esta manera alargaremos la vida de todos los elementos del equipo de buceo y minimizaremos o anularemos los posibles problemas futuros que pudieran aparecer.

Aclarado y enjuague del equipo de buceo:

Cuando terminamos la inmersión, si ésta ha sido de infantería (entrada por playa o zona de rocas) debemos aclarar nuestro equipo nada más salir del agua. Si el buceo ha sido en un río o lago, lo mismo. Debemos aclarar nuestro equipo nada más salir del agua. Sumergimos cada uno de los elementos del equipo en agua clara y aplicamos movimiento para que se desprendan pequeñas piedras, granos de arena, restos de fango, polvo de tierra, restos de algas o pequeñas plantas, hojas etc. Podemos establecer un orden, para que nada se nos olvide:

  • La máscara, tal cual salgamos del agua.
  • El chaleco y la botella, nada más quitárnoslo.
  • El regulador, tras haber cerrado la botella y tras haber puesto el tape de goma tanto de la primera etapa del regulador como del latiguillo de la tráquea del chaleco.
  • Nuestro traje de buceo, prestando atención a las zonas con cremallera (para que ningún resto de suciedad pueda estropear algún diente de la cremallera cuando la abramos.
  • El cinturón de plomos, aunque no haya que prestarle demasiada atención, no cuesta nada sumergirlo unos segundos en agua clara.
  • Brújula, ordenador, reloj, profundímetro, cuchillo… son pequños elementos que, al menos, los sumergimos unos segundos y nos pueden evitar alguna raya o pequeño picazo en el camino a la zona donde endulcemos el equipo.
  • Finalmente las aletas, lo mismo, un pequeño enjuague para eliminar arena, barro, pequeñas pedras…

Endulzado del equipo de buceo autónomo

Tras el enjuague que le damos nada más terminar la inmersión, normalmente llegaremos al centro de buceo, a la escuela, al club o a nuestra casa. No debemos dejar pasar nada de tiempo, es decir, cuanto antes lo hagamos, mejor. Debemos endulzar el equipo con agua del grifo y para algunos elementos, mejor si añadimos un desinfectante, antibacterias o similar.

Mantenimiento del equipo de buceo

Los elementos accesorios como el cuchillo, la boya, la brújula, el ordenador, la cámara de fotos, el reloj (etc) bastará con sumergirlos unos minutos o poniéndolos bajo el chorro de agua dulce de la red. Lo mismo haremos con nuestra máscara.

El traje de buceo es mejor dejarlo unos minutos sumergidos en agua con desinfectante o antibacterias y después darle una ducha con agua corriente. Lo mismo para la capucha y los escarpines.

El chaleco se puede sumergir unos minutos en agua de la red, pero es mejor darle también una duchita con agua a presión, limpiando bien la zona de los bolsillos, cremalleras y sobre todo la zona de las válvulas y la tráquea. Debemos meter un poco de agua por la zona del hinchador oral, después meterle un poco de aire y mover el chaleco para que se reparta y se endulce bien, por dentro, todo el chaleco. A continuación lo pondremos boca abajo y tiraremos de la válvula del hombro derecho para que salga todo el agua, con los posibles restos de suciedad.

A la botella le daremos una pequeña ducha también con una manguera o similar, aclarando bien la zona de la grifería. Aprovechamos para hacer lo mismo con las aletas.

El regulador: lo más importante a la hora de endulzar. Aquí si que no nos debe importar perder algo más de tiempo (quizás un minuto y medio). Debemos enjuagar bien la boquilla por donde respiramos y poner debajo del grifo las segundas etapas, endulzando bien por todos los lados. Del mismo modo haremos con la primer etapa, aunque la hayamos sumergido en una pila, la pasamos bien por debajo de un chorro de agua dulce. Tenemos que recordar que lo más importante es asegurarnos que tiene el tapón de goma puesto (que ya debería estar puesto desde que lo desmontamos). Es muy importante que no entre nada de agua por la primera etapa del regulador.

El secado, antes de guardar

Aquí seremos muy breves ya que la pauta sirve para todos los elementos del equipo de buceo. Son suficientes los rayos de sol que nos dan al ir y al volver del buceo. Hemos de dejar todos los elementos del equipo en una zona con temperatura ambiente, sombreada y, eso sí, bien ventilada. Se ha de secar todo «al aire» y nunca al sol. Los rayos de sol endurecen los elementos de plástico, resecan el neopreno y los materiales de los chalecos, cristalizan y agrietan la silicona y las partes de goma que llevan varios componentes del equipo de buceo.

Intentar usar una percha ancha para colgar el traje y colgar también el chaleco, al que previamente le hemos metido un poquito de aire por el hinchador. El regulador lo colgaremos de la primera etapa, de modo que los latiguillos de las segundas etapas y el manómetro «cuelguen» hacia abajo para que escurra toda el agua restante.

Si vamos a bucear al día siguiente no hay ningún problema, pero si vamos a recoger nuestro equipo por periodo medianamente largo demos de cumplir los siguientes ítems:

  • Abrimos tres segundos, un poco, la botella de buceo para que salgan las gotas de agua que pueda haber en la grifería; secamos bien la grifería con un trapo o toalla y cada cierto tiempo, podemos dar un poquito de grasa de silicona a la junta tórica. Dejar siempre la botella con aire. No dejarla vacía nunca y mientras no se use, incluso cuando tenemos el equipo montado debemos recordar: siempre tumbadas. Las botellas siempre tumbadas en su transporte y cuando no están siendo usadas. Aunque para almacenarlas si pueden estar de pié, en bloque.
  • Nunca guardar el traje ni el chaleco plegados. Hemos de guardarlos extendidos en una percha bien ancha y el chaleco con un poco de aire dentro. Debemos recordar engrasar con grasa de silicona todas las cremalleras que lleven. Es todo lo que hay que hacer.
  • Podemos desmontar las segundas etapas del regulador (es muy sencillo) para lavar bien la etapa por dentro, eliminar posibles restos de sal, cal o arena que pueden quedar en la membrana, antes de guardarlo. Guardarlo en su caja o bolsa con los latiguillos enrollados, tal cual vino cuando lo adquirimos.
  • Recordar quitarle la pila al ordenador de buceo y al reloj, si no los vamos a emplear en el corto plazo.
  • Dar un poco de grasa de silicona a todos los elementos que contengan juntas tóricas: la tapa de la pila del reloj y del ordenador, el cierre de la carcasa de la cámara de fotos, el guarda-objetos, el guarda-llave y las uniones de los latiguillos con la primera etapa del regulador.

Recuerda esto: mucho mejor un buen ventilador y unas horas de secado que esos 15 minutos al sol.

¿Sólo eso?

Sí, ves que el mantenimiento correcto del equipo de buceo es muy simple y lógico. Basta emplear siete u ocho minutos tras bucear y tener la paciencia para que todo se seque al aire sin necesidad de los rayos del sol. ¡Eso es todo!

No obstante es conveniente recordar que cada año u año y medio (ver recomendación de fabricante) nuestro regulador ha de ser revisado por un profesional de la marca.

Si tenemos nuestra propia botella, recordar que una vez al año debe pasar su inspección visual y cada tres su prueba hidrostática.

Recordar los engrases de juntas tóricas y cremalleras, buceemos mucho o no, un par de veces al año y tener nuestro ordenador de buceo actualizado, si es el caso.

Con estos pasos… ¡tenemos equipo de buceo de por vida!

En el siguiente tema veremos todo lo referente a nosotros, las personas ahí abajo: los buceadores. ¡Vamos a ello!