Muchos buceadores que hayan pasado por Gran Canaria y los propios buceadores de esta maravillosa isla conocen, han buceado o como mínimo, han oído hablar del pecio Los Narcóticos. Nada tiene que ver con barcos que transportaron drogas en su día o embarcaciones dedicadas al narcotráfico, como muchos piensan cuando saben por vez primera de estos pecios.
En la zona cercana al puerto principal de Gran Canaria, en su capital, Las Palmas, se hundieron bastantes barcos a lo largo de la historia. Muchos de ellos están demasiado profundos, otros están desaparecidos y algunos se conservan en buen estado y a una profundidad que permite que sean visitados. Entre los pecios que podemos bucear en Gran Canaria se encuentran el famoso Kalais, el pequeño Kalais, los Kinder, el Frigo y los Narcóticos. Todos se encuentran entre los 15 y los 45 metros de profundidad.
El pecio Soo Yang
No se trata de un sólo barco hundido. Realmente son tres los barcos que ahí podremos encontrar. El Soo Yang, barco pesquero construido en Huelva allá por los años setenta y que faenó durante muchos años bajo bandera coreana, de ahí su nombre. El Ifafa, un carguero que hundieron a mediados de los ochenta y que tiene sesenta metros de eslora. Y el Unique, que todo el mundo conoce como «El Clavado» ya que aparece sobre el Ifafa, cayendo con buena pendiente sobre la arena y parece que está «clavado en el fondo».
Como ya hemos mencionado al inicio, se trata de una inmersión de alto nivel. Algunos buceadores recreativos han bajado a estos pecios para verlos y visitarlos. Unos simplemente dan una vuelta, otros los contemplan y fotografían desde arriba y los más intrépidos entran y visitan algunas de las zonas visitables, como ocurre en casi todos los pecios. En cualquiera de los casos debemos conocer que son inmersiones de profundidad elevada para el buceo recreativo.
Las profundidades de estas inmersiones van entre los 30 y los 42 metros y hemos de saber que la legislación española considera fuera de los límites del buceo recreativo a toda inmersión por encima de los 40 metros. Además también sabemos que las principales certificadoras de buceo recreativo a nivel mundial consideran fuera de los límites del buceo recreativo todas las inmersiones que superan los 30 metros de profundidad. De ahí viene precisamente la nomenclatura de esta inmersión en Gran Canaria.
Aquí podemos ver un video de la inmersión en el Soo Yang
¿Por qué?
Todo buceador conoce el efecto de la narcosis, también llamada de forma coloquial «la borrachera de las profundidades». Cuando buceamos nuestro organismo comienza a absorber el nitrógeno del aire que respiramos. La mayor presión ambiente a la que nos encontramos cuando buceamos es la causante de que el nitrógeno comience a disolverse en nuestros tejidos corporales y es una de las principales causas fisiológicas por las que para bucear, debamos tener la formación adecuada y el entrenamiento que todo buceador certificado debe poseer.
La narcosis produce un efecto que puede parecer narcótico, de ahí su nombre. El buceador o buceadora puede notar cómo su cerebro funciona más lento, se puede manifestar también como un estado de «adormilamiento», una falsa sensación de euforia, atrevimiento y falsa sensación de «seguridad». A veces se puede resumir como un «empanamiento» y en otras ocasiones como ese «puntillo» que puede dar el llevar una copita de más.
Este fenómeno de la absorción del nitrógeno no supone ningún problema cuando se bucea dentro de los límites de cada nivel y de cada modalidad de buceo, ya que todo buceador conoce los porqués y el cómo hemos de bucear:
- Planificar las inmersiones de acuerdo a la formación que tenemos.
- Bucear dentro de los límites de cada nivel, cada formación y cada modalidad de buceo.
- Ante los efectos de la narcosis, ascender unos metros.
- Respetar la velocidad de ascenso en cada inmersión.
- Realizar las paradas de descompresión en el buceo técnico y la parada de seguridad, en el buceo recreativo.
- Bucear teniendo en cuenta los límites de no descompresión en el buceo recreativo, prestando atención a la planificación de la inmersión y al computador de buceo en cada inmersión (o al tiempo y al profundímetro, en su defecto).
- Realizar las inmersiones de acuerdo a la planificación en cuanto a gases respirados, profundidades, tiempos y paradas de descompresión en el caso del buceo técnico.
- Cumplir escrupulosamente el perfil de la inmersión planificado.
Para alguien que no conozca nada de buceo pueden parecer aspectos complejos pero nada más lejos de la realidad. Como todo en la vida, simplemente depende del conocimiento, la formación, la lógica, la coherencia y la responsabilidad de cada buceador.
El límite de los 30 metros en el buceo recreativo
La narcosis depende mucho de la fisiología de cada persona y por supuesto depende directamente de la profundidad y del tiempo que estamos a una determinada profundidad. Lo positivo es que en cuanto se asciende un par de metros, el efecto narcosis desaparece. Lo negativo es que si no se asciende la narcosis puede suponer problemas al buceador; no por la propia narcosis pero sí, de forma indirecta, por los efectos de ésta.
Un buceador en narcosis podría convertirse en un buceador que deje de prestar atención a otras cuestiones que influyan en su seguridad. Ese estado de «embriaguez» puede hacer que deje de estar atento a su manómetro, su profundímetro, el control de su flotabilidad, el tiempo y otros aspectos básicos en toda inmersión.
Aunque dependa mucho de cada persona, cada estado físico y la fisiología de cada buceador los últimos estudios, que brinda la ciencia y que todas las certificadoras de buceo actualizan y divulgan entre su comunidad de buceadores, indican que superar los 30 metros de profundidad eleva las probabilidades de que un buceador experimente los efectos de la narcosis.
Del mismo modo, superar los 30 metros de profundidad en buceo recreativo acorta demasiado los tiempos de inmersión, incluso buceando con una mezcla nitrox, en lugar de aire. Así que esta barrera de los 30 metros es bastante lógica, también en términos de enfermedad descompresiva y en lo que respecta al buceo recreativo, ya que lo que queremos es bucear por disfrute y ello implica poder estar un buen rato bajo el agua.
Si buceamos por debajo de los 30 metros sabemos que la inmersión será muy corta si no queremos entrar en descompresión (y no debemos, ya que los buceadores recreativos no podemos entrar en descompresión). También sabemos que los efectos de la narcosis serán mucho más probables. Por ello las principales certificadoras establecen niveles de buceo:
- Un primer nivel que acota los buceos a los 18 metros de profundidad. Inmersiones no profundas.
- Un segundo nivel que acota las inmersiones entre los 18 y los 30 metros de profundidad. Inmersiones profundas.
- Especialidades de buceo profundo. Abren la puerta para bucear entre los 30 y los 40 metros de profundidad. Buceando normalmente con mezclas nitrox.
- Buceo técnico. Para inmersiones más profundas y, sobre todo, más largas. En este tipo de buceo sí o sí, se bucea con mezclas diferentes al aire: nitrox, o2, trimix, heliox…
La barrera de los 40 metros en la legislación
En España la legislación de buceo establece un límite por debajo de los 20 metros y otro por debajo de los 40. La verdad que con la primera formación no encontramos demasiada diferencia entre poder bucear a 18 metros o a 20. Unos minutos menos de buceo es lo único que cambiará si buceamos a una u otra profundidad. Pero en cuanto al segundo «corte» si hay bastante diferencia ya que entre los 30 y los 40 metros existe una atmósfera más de presión.
Es por ello que la legislación habla de esos 40 metros de profundidad como algo excepcional. Es decir, como buceadores recreativos no hemos de planificar inmersiones a esas profundidades. Puedo bajar a ver algo concreto de forma momentánea, a solucionar algún problema o a recuperar mi cámara de fotos o el foco que se le ha caído a mi compañero. Ese es el espíritu de la legislación, bajo mi punto de vista.
Bucear en pecios profundos
Por todo lo anterior debemos saber que el buceo profundo en este tipo de pecios requiere de una formación específica y no son aptos para los buceadores recreativos. También si se encuentran a menor profundidad y deseamos entrar en ellos.
Estas inmersiones profundas requieren mezclas respirables diferentes al aire comprimido en una botella. Los buceadores técnicos emplean mezclas con mayores cantidades de oxigeno y menores de nitrógeno para evitar los problemas a los que expone este gas, que en superficie es totalmente inerte para nosotros. También emplean mezclas con helio e incluso emplean oxígeno puro en sus paradas de descompresión. Dicho lo cual, todo ello requiere de una formación, entrenamiento y minuciosa planificación de este tipo de buceos.
Además el buceo en pecios, como el buceo en cuevas (espeleobuceo) también requiere de una formación y entrenamiento específicos. Los buceadores recreativos podemos visitar pecios y cavernas pero no adentrarnos en ellas. Debemos tener una rápida y accesible salida para poder ascender a superficie en un tiempo determinado. Lo que quiere decir que no debemos introducirnos en cuevas ni en las cavidades, habitaciones o estrecheces de ningún pecio aunque podamos visitarlo, darle la vuelta y bucear sobre ellos.
Ya sabes por qué a este conjunto de pecios se les denomina con el nombre de Los Narcóticos.