Inmersión de control de la flotabilidad

La inmersión de control de flotabilidad es una de las inmersiones optativas que podremos elegir de las muchas que cualquier escuela o centro de buceo nos podrán ofrecer. Es una inmersión sencilla pero muy productiva y si he creído conveniente colocarla como un tema, justo después de las obligatorias, es porque el control de la flotabilidad es una de las cosas más importantes en el buceo recreativo.

En numerosas ocasiones cuando otros buceadores nos observan desde fuera, podrán detectar nuestra experiencia y nuestro nivel de buceo con más o menos certeza; pero no dudes que uno de los rasgos que desvela nuestra calidad de buceo y nuestra «acuacidad» es, sin duda alguna, la flotabilidad.

La importancia de la flotabilidad

Cuando mantenemos una correcta flotabilidad en nuestros buceos suceden varios aspectos que son, todos ellos, muy positivos para nosotros, para el entorno, para nuestros compañeros de buceo y en definitiva para todo lo que tiene que ver con nuestras inmersiones. Vamos a verlo:

  • Si mantenemos una flotabilidad perfecta nos será mucho más sencillo mantener una posición de buceo correcta.
  • Nos cansaremos menos, ya que la posición y la flotabilidad influyen mucho en nuestra forma de desplazarnos en el agua.
  • El consumo de aire disminuye: al cansarnos menos y ofrecer menos resistencia al agua, es obvio que nuestro consumo disminuirá.
  • El control de la flotabilidad nos permitirá bucear en el fondo sin apenas tocar el hinchador de nuestra tráquea del chaleco. Ya que controlando nuestro aire en los pulmones podremos realizar pequeños cambios de nivel en el fondo.
  • Nos permite ir buceando siempre a una distancia prudente del fondo para no dañar la vida, no enturbiar el agua y entorpecer la visibilidad de los buceadores que vienen tras nosotros.
  • También nos permitirá un mayor disfrute con nuestra cámara de fotos. El control perfecto de la flotabilidad, muchas veces, es la clave para tomar una buena fotografía.
  • Nadaremos bajo el agua con una comodidad y limpieza absoluta. Estaremos mucho más a gusto en nuestros buceos.
  • Un control perfecto de a flotabilidad nos permitirá poner en práctica otras habilidades de buceo: tipos de aleteo, formas de girarnos bajo el agua, aletear hacia atrás y, en definitiva, movernos como pez en el agua.
  • Podremos, con menor esfuerzo, ser más veloces si la situación lo requiere.

Es por todo ello que el control de la flotabilidad es considerado algo muy básico en un buceador avanzado. Es por ello que nos lo exigieron como prueba evaluada en primer curso.

Cuando controlamos bien la flotabilidad es cuando realmente tenemos esa sensación de ingravidez tan mencionada en el mundo del submarinismo. Controlando nuestra flotabilidad al cien por cien, es cierto que nos podemos sentir como verdaderos astronautas fuera de la gravedad.

¿Como obtener esta habilidad del control de flotabilidad?

Entrenamiento. En la inmersión de control de flotabilidad verás ejercicios para aprender a dominarla. Pero en una inmersión no se suele lograr obtener una flotabilidad y una posición de buceo perfectas. Debemos practicar estos ejercicios, que verás en el agua, siempre que puedas. Al principio es bueno practicarlos en las aguas calmadas de una piscina, una playa o una bahía tranquila. Después puedes practicarlos en todas tus inmersiones, al inicio y al final de cada buceo.

En menos tiempo de lo que crees estarás buceando con una flotabilidad y una posición perfectas sin prestarle atención. Esto es, la habilidad adquirida se ha interiorizado de tal forma que siempre bucearás controlando al cien por cien tu flotabilidad sin tener que pensar en ello. ¡Como ir en bicicleta!

Algunos aspectos a tener en cuenta

  • Debemos llevar un equipo adecuado a nuestras tallas. Neopreno y chaleco (sobre todo) y las aletas son elementos importantes que nos ayudarán, si nos quedan como anillo al dedo, a obtener un buen control de la flotabilidad y a mantener una posición o «trimado» correcto.
  • También hemos de portar la cantidad de plomo justa y adecuada. Como sabes del primer nivel, debemos realizar un control de lastre previo a sumergirnos. Tener la cantidad de plomo adecuada también nos permitirá establecer antes nuestro control de la flotabilidad.
  • No debemos «jugar» con el hinchador del chaleco. Normalmente, si todo lo anterior es correcto y sabemos controlar bien nuestros pulmones, realizaremos casi toda la inmersión sin necesidad de ir hinchando o deshinchando el chaleco.
  • El tamaño, el material y por tanto, el peso de la botella con la que vamos a bucear es importante. Es decir, si realizas una primera inmersión con una botella de aluminio y una segunda inmersión con una de acero… realiza un control de flotabilidad en superficie con tu «nueva» botella. Probablemente dejarás un kilo o medio kilo de plomo en tierra.
  • Del mismo modo, ¡atento a los cambios de equipo! No es lo mismo bucear con un traje corto de 3 milímetros que con un semiseco de 8 milímetros. Obviamente necesitarás más plomo en el segundo caso, si nada más ha cambiado.

En todos mis buceos, tras el descenso y sin tocar el fondo hincho o deshincho lo justo mi chaleco de buceo para obtener una flotabilidad neutra, a esa profundidad, con un volumen de respiración normal

Ejercicios para el control de la flotabilidad

En esta inmersión repasarás el ejercicio del «pivote en el fondo» que ya dominaste en tu primer curso de buceo y realizarás otros ejercicios para entrenar el dominio de tu flotabilidad. ¡Veamos!

Pivotación en el fondo

Es el ejercicio que practicaste ya en tu primer curso de buceo. Consiste en permanecer tumbado, con la punta de las aletas en fondo haciendo de elemento pivote. Establecer la flotabilidad neutra y mostrar como nos elevamos mientras hinchamos nuestros pulmones de aire y como volvemos a la posición inicial (abajo) cuando deshinchamos los pulmones.

Cuando realizamos este ejercicio practicamos a tener nuestra flotabilidad neutra en el fondo con el chaleco de flotabilidad deshinchado (o hinchado con muy poca cantidad de aire) y además podemos practicar cómo controlar, fácilmente, nuestra flotabilidad mediante el control del fondo de nuestra respiración. Es un ejercicio muy útil para iniciarnos en el control de la flotabilidad ya que es muy gráfico y enseguida podemos notar lo rápido que podemos responder a los cambios de flotabilidad usando nuestro propio aire, a penas sin tocar el chaleco.

Suspensión a media agua (Budha)

Inmersión de flotabilidad

En muchos lugares lo llaman «el Budha» ya que se trata de permanecer en flotabilidad neutra con la posición de piernas entrecruzadas y brazos en suspensión frente a nosotros, sobre las rodillas o sujetando las puntas de las aletas. Pero realmente podemos practicar en posición vertical, con las piernas flexionadas o semiflexionadas o como deseemos y estemos más cómodos.

El propósito del ejercicio es entrenar nuestro control de flotabilidad, adquiriendo una flotabilidad neutra y manteniéndonos en ese mismo nivel el tiempo que deseemos. Similar al ejercicio del pivote pero sin la ayuda del apoyo de las aletas en el fondo y respirando tranquilamente sin elevarnos ni descender. Se trata de mantenernos inmóviles en un nivel de profundidad. Es uno de los ejercicios que sirven para evaluar esta cualidad tan importante en el buceo.

Sentirás esa plena sensación de ingravidez. Verás cómo puedes mantenerte flotando en una determinada cota de profundidad sin ningún esfuerzo y apreciarás la comodidad del buceo, la facilidad que ello brinda a tus movimientos. Ahora si ¡estás empezando a ser un buceador avanzado!

Control de flotabilidad a media agua tumbado (Posición Tek-diver)

Es una variante del ejercicio anterior. Es muy bueno practicarlo cuando ya hemos dominado el resto y aconsejo seguir practicando este ejercicio siempre al inicio, al final o durante nuestras inmersiones. Cuando tengas experiencia, será tu forma de bucear. Te saldrá bucear de esta forma sin pensarlo.

Puedes practicar este ejercicio de la misma forma que el anterior, pero esta vez nos colocaremos en posición horizontal (paralela al fondo) con las piernas flexionadas. Es la posición en la que bucean los buceadores técnicos. Muy cómoda y perfecta para el aleteo tipo «patada de rana». Es una posición que te recordará a cuando los paracaidistas se lanzan de la avioneta. Para practicar el control de la flotabilidad en esta posición es muy importante tener el lastre bien distribuido.

Normalmente el lastre suele estar bien colocado en nuestra cintura, mediante el cinturón de plomos. Sabemos del primer curso que es importante la colocación de los plomos en el cinturón, porque afecta a nuestra posición en flotabilidad neutra. Hemos de llevar los plomos repartidos en los laterales de nuestra cadera y si llevamos algún plomo más, equilibrarlo en el centro del cuerpo (zona lumbar) o hay quien lo coloca en la botella.

Si disponemos erróneamente nuestros plomos, cuando estamos en flotabilidad neutra… nos giraremos involuntariamente hacia uno u otro lado. Si tenemos el cinturón muy abajo estaremos buceado con un trimado de pendiente positiva (la cabeza por encima de los pies), lo que no nos permite desplazarnos con la misma facilidad, tendremos que aletear más, nos cansaremos y la inmersión será bastante más incómoda.

Del mismo modo, puede ocurrir que si usamos el lastre integrado en nuestro chaleco y por ejemplo nos colamos otro plomo en la parte superior de la botella, es posible que si los bolsillos de lastre del chaleco quedan muy arriba o usamos un chaleco que «nos queda algo pequeño de talla» llevemos el peso demasiado arriba y estemos desplazando en exceso el punto de gravedad hacia la parte superior. Bucearemos entonces con un trimado de pendiente negativa (las aletas tenderán a estar por encima de nosotros), haciendo muy incómoda nuestra inmersión.

De verdad, el buceo es cómodo. Si te encuentras incómodo, te cuesta encontrar ese punto de flotabilidad perfecta, tienes que aletear en exceso o usar las manos y brazos para mantenerte es porque algo no te ajusta bien, no es de tu talla, el plomo que llevas no es el adecuado o no está bien distribuido. En el buceo sólo «sufrimos» un poco con el equipo en el barco o en tierra.

Bajo el agua, todo va a la perfección. Revisa siempre tu comodidad, tu facilidad para mantener una posición perfecta y la facilidad para tener el control perfecto de la flotabilidad.

Es una posición muy cómoda, que permite desplazarnos, girar a izquierda o a derecha, invertir nuestra posición o darnos la vuelta de una forma totalmente natural, sin esfuerzos. También es una muy buena posición para seguir una inmersión de forma cómoda y relajada disfrutando del paisaje, la vida acuática, la ingravidez y es una posición ideal para llevar nuestra cámara de fotos y obtener unas buenas instantáneas. Además es una posición, casi obligada, si vamos a bucear en pecios, cuevas, cenotes.

Pasar por un aro sin tocar extremos

Si dominamos los anteriores ejercicios, podemos entrenar con nuestros compañeros de buceo y algo de material de entrenamiento como puede ser un aro o dos cuerdas, por ejemplo. Sea una una posición normal de buceo, con el cuerpo totalmente estirado, en horizontal y un aleteo de cadera o sea en la posición que hemos descrito en el ejercicio anterior, podemos mantener nuestra flotabilidad neutra y añadir diferentes tipos de desplazamiento y de aleteo para pasar una y otra vez a través del aro.

¡Gana quien no toque ningún extremo del aro!

Si puedes mantener tu flotabilidad mientras te desplazas a través de algún elemento como puede ser el aro o por ejemplo, entre el fondo arenoso y un cabo que sujetan dos compañeros de buceo a un metro del fondo… ¡Tienes un buen control de la flotabilidad!

¿Listo para entrenar todos estos ejercicios en el agua? No sólo estás empezando a ser un buceador avanzado sino que además ¡comenzarás a bucear con estilo!

Ya estás muy cerca de obtener tu certificación como Buceador Avanzado, seguro que ya tienes ganas de conocer cuál será tu próxima inmersión con la que aprenderás nuevos aspectos de algún tipo de buceo más específico. Como dijimos al inicio del curso, éstas últimas inmersiones de especialidad son optativas y aquí estamos desarrollando las que, en principio, resultan más útiles en el buceo recreativo. Sin dudarlo la siguiente inmersión que trataremos es la inmersión de búsqueda y recuperación. ¡Vamos a ello!