Seguramente te estarás cuestionando el porqué de este entrenamiento en el buceo. Muchas personas suelen comentar «si sólo quiero bucear» «no quiero ir a buscar tesoros» «no me voy a dedicar a buscar personas desaparecidas ni nada por el estilo». Pero al final de esta inmersión de búsqueda y recuperación verás que los conocimientos y la práctica que nos aporta pueden ser de vital importancia en nuestros buceos.
Alguna vez puede darse aquello de que subes al barco y te das cuenta que tu foco no está por ningún lado; el cuchillo ha desaparecido o se te ha caído el mosquetón de la boya mientras la recogías en superficie. Éstas cosas pasan, claro…
Poder recuperar estos elementos siempre es un plus y ya no digamos si se trata de tu GoPro que adquiriste hace un mes nada más. ¡Alegría!
Pero no sólo nos reporta estos beneficios materiales, propios de «encontrar lo que estamos buscando». En este entrenamiento de buceo también seguirás practicando el uso de la brújula, perfeccionarás lo que sabes de orientación y navegación subacuática y sin duda, familiarizarse con todo ello te está haciendo mejor buceador. ¿qué vamos a aprender aquí?
Búsqueda y recuperación bajo el agua
Ya sabemos uno de los fines más comunes de la necesidad de estos conocimientos en búsqueda y recuperación subacuática. Pero también podremos emplear éstas técnicas cuando, por ejemplo, estamos buscando basura, plásticos y deshechos que tristemente podremos encontrar en multitud de lugares de buceo.
Entre la comunidad de buceadores es muy común organizar quedadas para limpiar zonas de buceo, zonas de costa o partes de los mares que solemos frecuentar. A veces hemos de buscarla, la basura (por desgracia) está ahí. Vamos a organizarlo en varias fases:
Preparación de la búsqueda:
Prepararnos para esta labor de búsqueda y recuperación es vital para reducir el tiempo, minimizar el consumo, evitar confusiones y en definitiva, ser más eficientes en nuestra labor de búsqueda y recuperación. En primera instancia hemos de tener bien claros algunos aspectos como por ejemplo qué vamos a buscar. Identificar el objeto, su tamaño, su peso, su color y otras características que nos ayudarán a dar con él. Además recopilaremos las diferentes versiones de las personas que presenciaron la pérdida del objeto.
Por otro lado hemos de recopilar información de las condiciones y del lugar donde vayamos a iniciar la búsqueda: el fondo, las rocas, la visibilidad, la marea, las corrientes y todas las variables que ya conocemos del entorno de buceo. De esta manera, conociendo el qué vamos a buscar y dónde lo vamos a buscar podremos establecer nuestro plan de búsqueda.
Además hemos de preparar el equipo adecuado tanto a nivel personal, como material. Bajaremos dos o más buceadores y será mejor si nuestros compañeros de búsqueda también tienen estos mismos conocimientos (o más) y si tienen algo de experiencia en ello, mucho mejor. Por otro lado quizás debamos añadir focos, linternas, cuchillo, tijeras, cabos largos, medidores, boyas marcadoras y si el tamaño y/o peso del objeto perdido lo requiere, prepararemos un globo elevador. En ocasiones no está de más tener a mano otra botella llena de aire por si consumimos más de la cuenta, poder echar mano de ella. Del mismo modo, si la profundidad lo permite, nos pondremos botellas de 15 o 18 litros en lugar de de 10 o de 12 litros; si la búsqueda se demora en el tiempo, no tener que abandonarla antes por falta de aire.
Tengamos en cuenta que cuando realizamos labores de búsqueda nos mantenemos más activos durante la inmersión, nadamos más, realizamos algún esfuerzo extra y ello siempre conlleva un mayor consumo de aire.
Sabiendo qué buscamos, dónde lo buscamos y teniendo el equipo (personal y material) para ello sólo nos queda diseñar los trazados.
Trazados de búsqueda subacuática
Una vez conocida la zona aproximada donde se encontrará el objeto que buscamos, hemos de «peinar» toda esa zona y hay varias maneras de hacerlo. Si la zona pertenece a un fondo arenoso o rocoso pero sin demasiado relieve podremos usar cabos de búsqueda, que nos facilitarán los trazados. Lo veremos después.
Si el fondo es rocoso, muy desigual, con desniveles y salientes varios lo ideal es no usar cabos para la búsqueda ya que éstos se estarían entorpeciendo continuamente y perderíamos más tiempo en ello que en la propia búsqueda. Si vamos a peinar la zona, sin cabos iremos realizando la navegación subacuática con nuestro compañero de buceo. Bien, uno de los dos se encargará de la brújula y de llevar los rumbos adecuados, estando pendiente de que no nos desviamos en ningún momento, el otro será el encargado de observar minuciosamente allá donde su vista llegue.
Uno tendrá la función de «buscador» y el otro la de «navegador». Nos iremos turnado esta labor, ya que cuatro ojos ven más que dos, si la búsqueda se alarga.
- Trazado en U: simplemente se trata de ir dibujando la letra «U» sucesivas veces. Es decir, hemos de hacer úes paralelas en nuestra zona de búsqueda hasta completar toda la zona. Por ejemplo: vamos rumbo 0º durante 30 ciclos de aleteo, giramos 90º y damos dos o tres ciclos de aleteo (según la visibilidad) para volver otros 90º y mantener el rumbo 180º durante otros 30 ciclos de aleteo y así sucesivamente. En la figura de la imagen se entiende rápidamente.
- La anchura de la U depende de la visibilidad: si ésta es escasa, deberá más estrecha que si la visibilidad es muy buena.
- Enfocaremos los rumbos donde más tiempo permanecemos (en el ejemplo el 0º y el 180º) con el sentido de la corriente, si la hay. Ésto es así porque nuestra búsqueda irá en favor o en contra de la corriente, pero si fuese en perpendicular a la corriente, probablemente el objeto perdido podría estar más alejado de la zona de búsqueda, desplazado por la corriente.
- Trazado en espiral: la sistemática es la misma que la del trazado en «U», pero aquí vamos realizando giros de 90º cada vez y en cada cambio de rumbo avanzamos unos metros más que en la vez anterior. De este modo «peinamos la zona» siguiendo una espiral cuadrada que nos permite visualizar toda la zona y si el objeto realmente está donde queremos lo encontraremos, probablemente, antes.
- Tengamos en cuenta que el centro de la espiral o punto de partida coincidirá con la última información que tengamos del objeto perdido .
- Hemos de saber que este sistema de búsqueda es adecuado cuando no tenemos corriente o ésta es muy leve. De otro modo, usaremos con preferencia el trazado en U.
Trazados de búsqueda subacuática con cabos
En la segunda parte de tu inmersión de búsqueda y recuperación aprenderás a usar la herramienta de los cabos, de dos formas diferentes; mejor dicho, con dos tipos de trazadas distintas. La funcionalidad es similar a la que ya hemos anteriormente pero los cabos nos van a permitir encontrar objetos de menor tamaño, cuando el fondo es más propicio. No usaremos este método si el fondo posee demasiado desnivel, salientes o diferentes zonas rocosas a distintas alturas.
- Trazado con cabos circular: nuestro compañero de buceo tomará un extremo del cabo y se quedará en un punto fijo. Normalmente este punto fijo será la última referencia que tenemos del objeto tras perderse o el punto que hayamos decidido, de forma previa, en la preparación de la inmersión de búsqueda. Tomaremos unos metros de cabo y comenzaremos a desplazarnos de forma circular, manteniendo la tensión en el cabo (que hace de compás, para mantener el círculo perfecto) mientras vamos revisando la zona visible para encontrar el objeto. Iremos ampliando el radio, tomando otra tanda de metros del cabo e iremos completando circunferencias sucesivamente.
- Hemos de mantener siempre la tensión en el cabo para asegurar que «peinamos» bien la zona de búsqueda.
- Debemos mantener la amplitud del radio constante, cada vez que iniciamos una nueva circunferencia. Ésta amplitud (esos metros de más que le damos al cabo, cada vez) dependerá de la visibilidad del lugar. A mayor visibilidad, más amplitud podremos tomar.
- Trazado de paralelas: se trata de amarrar el cabo, en toda su extensión en dos puntos extremos enfrentados entre sí. Nuestro compañero buceará en el sentido opuesto a nosotros de modo que vamos «peinando» la zona de búsqueda en franjas, más amplias, de forma paralela (cuatro ojos ven más que dos).
- Estableceremos un lenguaje, mediante «tirones del cabo» para comunicarnos con el compañero:
- Un tirón: puede indicar que el cabo ya está amarrado al fondo
- Dos tirones: pueden indicar que iniciamos a nadar, cada uno en su sentido
- Tres tirones: pueden indicar que ya hemos movido el amarre del cabo a otra línea
- Cuatro tirones: pueden indicar que ya hemos localizado el objeto.
- Estableceremos un lenguaje, mediante «tirones del cabo» para comunicarnos con el compañero:
Cualquier lenguaje de tirones de cabo es bienvenido. Lo importante es dejarlo todo bien claro con nuestro compañero en la fase previa de la preparación de la inmersión de búsqueda y recuperación.
En la primera parte de tu inmersión de búsqueda y recuperación seguro que tu instructor esconde algún objeto en una zona de buceo sencilla y practicáis juntos, o con algún compañero del curso los métodos de búsqueda anteriormente descritos. Es una inmersión divertida y seguro que terminas despejando todas tus dudas en la práctica. ¡Disfruta este buceo!
La recuperación de objetos en el buceo
Como es lógico, si se trata de un objeto pequeño y portable, lo introduciremos en alguno de los bolsillos de nuestro equipo o de nuestro compañero y terminaremos la inmersión, como siempre. Pero… ¿si el objeto a recuperar es pesado u muy voluminoso y nos impide bucear o ascender con facilidad y normalidad?
Por ello en tu inmersión de búsqueda y recuperación conocerás algunas herramientas más, además de los cabos, las estacas y el correcto manejo de la brújula, que ya debes dominar. Éstos elementos son las boyas marcadoras, el globo elevador y el manejo de los tres nudos que, como buceador avanzado, no debes olvidar nunca.
Las boyas marcadoras
Son unas boyas pequeñas y de color llamativo que solemos portar atadas a un cabo no demasiado largo. Sirven para amarrarlas al objeto en cuestión que queramos recuperar. De esta forma si se nos hace difícil completar la tarea en una inmersión, podremos localizarlo después con facilidad.
Del mismo modo si nosotros no podemos recuperar el objeto, la boya marcadora le indicará a otros compañeros la posición del objeto evitando tener que hacer otra labor de búsqueda y podrán pasar directamente a la recuperación del objeto.
Por otro lado, si mientras estamos elevando el objeto se vuelve a caer al fondo… lo localizaremos fácilmente nosotros mismos.
El globo elevador
Como verás en tu inmersión practicando en el agua se trata de un dispositivo de buen tamaño, similar a una boya grande, pero de material bastante más resistente. Solemos unir mediante un cabo el objeto que debemos recuperar a este globo elevador. Tras asegurarnos que está bien amarrado para que no se vuelva a caer, comprobar que el cabo aguanta el peso del objeto perfectamente sin que se deshaga el nudo y conocer que nuestro globo es capaz de elevar dicho objeto (esto es tarea previa, que ya hemos pensado en la preparación de esta inmersión) procederemos a introducir aire con la etapa de emergencia de nuestro regulador y nuestro compañero irá sujetando y controlando que el globo proporciona una flotabilidad neutra al objeto.
Lo iremos subiendo, poco a poco a la superficie compensando el aire del globo en el ascenso. ¿Cómo? verás que el globo elevador dispone en su parte superior una válvula de escape de aire, al igual que tu chaleco de buceo. Una de las dos personas que están ascendiendo con el objeto recuperado ha de vigilar el objeto y guiarlo hacia la superficie. La otra persona ha de estar pendiente del globo y de que se mantiene la flotabilidad neutra durante el ascenso. No queremos que el objeto se vaya disparado para arriba: podría generar una accidente a otro compañero, algún daño al barco o compañero en superficie o se podría perder de nuevo el objeto.
Todo cuerpo sumergido en un líquido ejerce una fuerza opuesta a la gravedad que equivale al peso del líquido que desaloja
Principio de Arquímedes
El sabio y famoso Arquímedes es bastante amigo de los buceadores ya que gracias a él podemos conocer si nuestro globo elevador cumplirá su función o deberemos elegir otro globo, de mayor capacidad, para recuperar nuestro objeto del fondo. Practicarás algunos ejercicios de cálculo con tu instructor o instructora de buceo. De todos modos vamos a ver que es muy sencillo y sólo se trata de recordar todo esto, que ya hemos visto hace varios años en el colegio.
El peso del barco blanco es de 800 kilos, de modo que la gravedad (G) ejerce una fuerza que empuja el barco hacia abajo, de 800 kilos. Pero el barco flota en la superficie porque desaloja 1000 litros de agua, es decir, esa es su flotabilidad (F). El barco flota porque la fuerza ascendente de 1000 kilos es superior a la fuerza descendente de 800 kilos. Sencillo, ¿verdad?
El barco negro, va cargado de petróleo y en lugar de 800 kilos, pesa 1500 debido a la carga que lleva. Pero sigue desalojando lo mismo que antes, es decir, 1000 litros de agua. Como la fuerza de la gravedad (los 1500 kilos) es mayor que la flotabilidad de (1000 kilos) nos encontramos este barco hundido en el fondo.
¿Qué debemos hacer para subir ese barco a flote? pues según hemos comentado anteriormente debemos dejar el objeto con flotabilidad neutra, gracias a nuestro globo elevador. Necesitamos pues una flotabilidad de 1500 kilos; como sabemos que la flotabilidad del barco es de 1000 kilos, necesitaremos un globo capaz de desalojar 500 litros de agua.
¡Gracias Arquímedes!
Los nudos que debes manejar
Aunque no elijas esta inmersión para tu certificación, tus instructores te enseñarán a realizar estos tres tipos de nudos. Son unos nudos muy sencillos pero muy efectivos, muy usados en náutica y como buceador avanzado debes conocerlos y saber hacerlos a la perfección. En la práctica aprenderás a formar estos nudos de forma sencilla y rápida. Pero vamos a presentarlos ya y además dejo un vídeo explicativo para que puedas practicar desde ya:
As de guía: es uno de los nudos más usados en náutica, escalada y otros deportes en los que llevamos cabos. Muy útil ya que es un nudo muy seguro, que siempre aprieta y lo que lo distingue es la facilidad para deshacerlo.
Vuelta de escota: es, si cabe, el nudo más sencillo de los que nos sirven para unir dos cabos. Algo muy útil cuando necesitamos alargar el cabo o para reparar un cabo que se ha roto. También es muy sencillo de deshacer cuando no hay tensión en los cabos. Si la tensión se mantiene… ¡este nudo es eterno!
Nudo ballestrinque: este nudo, quizás sea menos usado ya que solemos emplear el as de guía en la mayoría de ocasiones. Pero está bien conocerlo ya que puede ser muy útil para amarrar objetos de forma segura, poder tirar de ellos y desatarlos de forma muy sencilla. Además es un nudo con el que podremos colaborar en el barco con nuestro patrón.
Y ahora que ya puedes practicar con los nudos, estamos preparados para ir al agua a realizar nuestra inmersión de búsqueda y recuperación. Muy cerca de obtener la certificación de este nivel avanzado. Vamos a por el siguiente tema, la inmersión nocturna.