En toda inmersión que realicemos debemos tener presente un plan de emergencia de buceo. Si vamos a bucear, como solemos hacer, con un centro de buceo no nos deberemos preocupar de nada porque es el centro de buceo el que debe tener un claro y concreto plan de emergencia. Pero si buceamos con nuestro compañero o compañeros en una inmersión desde costa o desde barco, somos nosotros los que hemos de elaborar, de forma previa, nuestro propio plan de emergencia.
A veces será suficiente con un sencillo modelo, que se suele repetir para varios puntos de buceo del mismo lugar. En otras ocasiones, deberemos tener en cuenta más aspectos y disponer de un plan de emergencia de buceo más elaborado y detallado. Por ejemplo si vamos a bucear a alguna zona remota, donde muy probablemente, seremos las únicas personas en unos cuantos kilómetros a la redonda.
Hemos tachado algo en el primer párrafo, ¿verdad? pues sí. Y es que, aunque buceemos a buen recaudo bajo la supervisión y el acompañamiento de los profesionales de un centro de buceo, como buenos buceadores de nivel avanzado siempre debemos tener algunas cosas importantes en cuenta. Veamos cuáles son:
Pequeño plan para todo buceador
- Nuestras condiciones y las condiciones de las personas con las que vamos a bucear.
- Nuestro equipo y el equipo de nuestros compañeros de buceo está en buen estado y mantenimiento.
- Hemos de conocer muy bien el funcionamiento de nuestro equipo y el de nuestros compañeros. Al menos, es obligatorio conocer a la perfección (como si fuese el nuestro) el equipo de nuestro compañero:
- Prestaremos atención especial al sistema de lastre: cinturón, integrado en los bolsillos, en la botella, tipo de hebilla…
- También pondremos atención al funcionamiento del hinchador de baja presión de su sistema de flotabilidad: chaleco, alas, funcionamiento de los cierres, del arnés…
- Observaremos el sistema de cierre del traje de buceo: cremallera delante, atrás, si es traje seco o no…
- Colocación del manómetro: hay quien lo lleva a la vista, hay quien lo mete en un bolsillo, lo atraviesa por alguna cincha del chaleco, hay quien controla la presión con su ordenador…
- Hemos de tener bien claro dónde está la segunda etapa de emergencia del regulador (generalmente de color amarillo, verde o rojo, pero a veces no. Hemos de tener claro cómo es y dónde se encuentra sujeta en el equipo del compañero.
- De todos modos, siempre preguntaremos si hay que tener algo en cuenta, en especial, o si su equipo tiene algo en particular que debamos conocer.
Además somos responsables de realizar el chequeo de todo el equipo antes de la inmersión y lo repetiremos antes de sumergirnos.
Por otro lado, si buceamos desde barco con un centro de buceo nunca está demás que preguntemos dónde se encuentra el equipo de emergencia (DESA y Oxígeno), el agua para beber, el equipo de respeto (equipo extra que es conveniente llevar siempre), dónde está el botiquín de primeros auxilios, conocer la situación del flotador salvavidas y del cabo de corriente. Es conveniente conocer todo esto porque si se produjese una situación de emergencia, como buceadores de este nivel, seguro que podemos ayudar y seremos de gran utilidad.
Tampoco está de más comentar con el responsable de la inmersión si tenemos algún tipo de alergia a algo, fomentar que los compañeros de inmersión hagan lo mismo y dejar un teléfono de contacto de alguna persona que se quede en tierra y sepa que estamos buceando (amigo o familiar que responda en caso de emergencia). También en conveniente hacer la previsión del tiempo que vamos a estar fuera y comunicarlo a esa misma persona.
Como vemos, lo que hemos mencionado al inicio son aspectos necesarios, obligatorios y que ya aprendiste en tu primer curso de buceo. Lo que hemos dicho después también son cosas muy lógicas y aunque parezcan aspectos tan básicos, seguramente no los habrás practicado hasta ahora. A partir de ahora, tras recibir este tercer curso de buceo, serás todo un buceador de rescate y aunque vayas a bucear siempre con un centro de buceo, tu cabeza pensará como buceador del nivel que tienes y son aspectos importantes que siempre debes manejar.
De modo que aunque buceemos con un centro de buceo, con un guía profesional de la zona o con algún compañero de mayor nivel que nosotros y ellos tengan un buen plan de emergencia de buceo ya elaborado, nosotros tendremos presente en nuestra cabeza este pequeño esquema, que no es un plan de emergencia de buceo en sí mismo, pero es una pequeña parte, muy importante, como veremos luego.
Plan de emergencia como buceador de rescate
Tras este tercer curso de buceo serás un buceador preparado para el rescate y el plan de emergencia que debes elaborar para tus inmersiones, además de tener en cuenta todo lo visto anteriormente, debe contener algunas consideraciones extra. También verás que se trata de aspectos muy lógicos y fundamentales a la hora de vernos ante una emergencia de buceo.
Imagina que vas a ser el líder o cabeza de grupo de una serie de inmersiones durante el próximo fin de semana. Además de todo lo visto anteriormente deberás tener claro y preparar un esquema con algunas informaciones clave como pueden ser los lugares o lugar más cercanos donde nos atenderían ante una emergencia de buceo, el teléfono de estos lugares, dónde se ubica la cámara de descompresión más cercana y el teléfono de atención telefónica, las vías más rápidas para llegar a ese (o esos) centros de atención. Alternativas, otras vías de atención diferentes.
Organizar toda la información necesaria de forma esquemática y plasmarla en una tablilla, que puedas llevar contigo a los puntos de inmersión, es una práctica que deberías realizar como líder con formación de rescate.
Qué necesitamos en nuestro plan de emergencia
Hemos de tener unos preparativos, como verás, muy lógicos y naturales para ésta y cualquier otra actividad. Es la base de cualquier plan de emergencia y debemos tenerlo todo bien pensado, organizado y actualizado (hay elementos que tienen fecha de caducidad).
Elementos materiales:
- Botiquín de primeros auxilios. En buceo es conveniente que este botiquín esté preparado dentro de una caja impermeable, por motivos obvios. Veamos su composición:
- Al menos, una placa química de frío. Nos será de utilidad si alguien se da un golpe, hay alguna torcedura de tobillo, muñeca, etc.
- Una manta, que nos servirá en caso de hipotermia o si la persona afectada por alguna accidente de buceo tiene frío.
- Un chubasquero o manta impermeable, para el mismo fin anterior.
- Un elemento que sirva para la inmovilización de extremidades.
- Una venda, por si hemos de inmovilizar alguna extremidad o presionar una herida, por ejemplo.
- Suero y povidona yodada para lavar y desinfectar posibles heridas, cortes o rozaduras.
- Gasas estériles para lavar y desinfectar una posible herida.
- Esparadrapo para sujetar bien la gasa y/o la venda en el caso de necesitarlo.
- Aspirina. Como ya sabes desde tu primer curso de buceo, el Ácido Acetilsalicílico mantiene la sangre más líquida, lo que podría ser de ayuda ante una sospecha de enfermedad descompresiva.
- Biodramina. No es para una emergencia en sí, pero si el mar está algo ajetreado durante el viaje en barco, puede ayudar a algún buceador si se marea y no la tomó antes de embarcar. Tarda en hacer efecto pero puede ser que esa persona se encuentre bien en el momento de la inmersión, gracias a la biodramina.
- Un elemento cortante como pudieran ser un bisturí o unas tijeras. Nos servirán para cortar la venda, en el caso de necesitarla o también nos pueden servir, ante una emergencia, para quitar el traje o eliminar cualquier elemento que impida actuar correctamente en dicha emergencia.
- Crema para roces con medusas y algún que otro tipo de «toques» con elementos urticantes de la naturaleza subacuática.
- Guantes que debemos colocarnos siempre que vayamos a atender una emergencia y vayamos a estar en contacto con fluidos corporales de otra persona.
- Unas pinzas que nos pueden servir para extraer cuerpos extraños, como podrían ser las púas de un erizo de mar.
- Es conveniente meter dentro una bolsa de sílice antihumedad, para asegurar que el botiquín, a pesar de estar cerrado herméticamente y de ser impermeable, se mantiene en las condiciones óptimas.
- Una máscara de rescate para suministrar la respiración artificial, si fuera necesario.
- Equipo de emergencia. Se trata de un kit de primeros auxilios de que nos permitirá aplicar las técnicas de reanimación cardio-pulmunar que aprenderás también en este curso de rescate, de forma mucho más sencilla. Estará compuesto de:
- DESA (Desfibrilador Externo Semi Automático). Que evalúa la situación del paciente y de forma automática le aplicará una descarga si ésta es necesaria. Nos indicará también su uso y el momento en el que debemos iniciar las compresiones tras la descarga o que las apliquemos directamente si no es necesaria la descarga.
- Oxígeno de Emergencia. Una botella de oxígeno de emergencia de al menos medio litro y hasta dos litros (es lo más usual) con un manómetro indicador de la presión para poder calcular la cantidad de gas que contiene y un dosificador del caudal así como una manguera que se conecte a la perfección con la mascarilla de rescate.
- Un Ambu. Se trata de un dispositivo con el que poder insuflar aire a la persona rescatada si lo necesita. Es similar a una botella de plástico blando, grande y ancha que permite apretarla para introducir aire y a la que también se le puede conectar la manguera del oxígeno de emergencia.
- Agua caliente, que nos puede venir muy bien para algún accidente con la vida subacuática. Por ejemplo después de pisar un pez araña.
- Agua del tiempo o algo fresca, para mantenernos siempre bien hidratados y poder echar mano de ella en problemas como podrían ser un golpe de calor, tras la recuperación de un episodio de mareos etc.
Aprenderás a manejar éstos elementos en el curso de Primeros Auxilios de Emergencia, que debes obtener para terminar tu formación como buceador de rescate.
- Salvavidas. Un dispositivo de flotabilidad de rescate unido a un cabo largo con el que podamos acercar, por ejemplo, a un buceador en pánico cuando ya está en la superficie.
- Dispositivo de comunicación. Sea una radio (la del barco) o un teléfono móvil o walky talky que nos sirva para comunicar una emergencia de buceo en todo momento, lo más pronto posible, tras salir a la superficie.
Personas:
- Persona de referencia. Si buceamos desde barco, normalmente será el propio patrón de la embarcación, pero si buceamos desde tierra, alguna persona que se mantenga en la costa, pendiente de nuestra inmersión y al tanto de la hora de entrada y la hora aproximada de salida de la inmersión. Ésta persona puede guardar nuestro dispositivo de comunicación y puede estar al tanto y lanzar el salvavidas si fuera necesario.
- Familiar de contacto. Si no buceamos desde barco y no buceamos acompañados por algún centro de buceo debemos tener una persona de contacto, en tierra, que sepa los datos fundamentales de nuestra inmersión: hora de entrada, lugar donde se desarrollará la actividad y la hora prevista de salida y de llegada.
- Buceadores de rescate o de mayor nivel de buceo. Si vamos a bucear un grupo de submarinistas hemos de conocer quién o quiénes poseen esta formación de buceo o si hay alguien que tenga un nivel superior. Quizás seamos sólo nosotros los que tengamos estos conocimientos, pero podemos preguntar quién es el buceador más experimentado o si hay alguien que sepa primeros auxilios, por ejemplo.
- Persona conductora. También debemos saber quién es la persona que conduce, si tiene el vehículo cerca del punto de buceo, si se podría transportar a una persona en caso de emergencia…
Lugares de atención de emergencias:
Para gestionar un problema de buceo en caso de emergencia debemos conocer algunos datos importantes como lo son:
- Centro médico. Debemos conocer la localización, el tiempo de llegada, la forma más rápida de llegar y el teléfono de contacto operativo del centro médico más cercano a la zona donde vayamos a bucear. El centro puede ser un hospital, un centro de salud, un puesto de atención socorrista o un centro de la cruz roja. Podrá ser público o privado, no nos debe preocupar. En el improbable caso de tener que atender una emergencia de buceo lo más importante será la rapidez, la cercanía al sitio y por supuesto, hemos de garantizar que el centro de referencia que elijamos estará operativo ese día y a esa hora.
La información anterior es importante, ya que podríamos elegir un centro de salud por estar a tan solo siete minutos en coche del punto de buceo. Pero si es un domingo o vamos a hacer una nocturna el viernes, será mucho mejor ir directos al hospital (aunque esté a quince minutos) que «probar» si nos atienden en ese centro de salud y terminar perdiendo diez o doce minutos más. Parece muy lógico, pero es conveniente tener esto muy presente: el centro de atención que elijamos en nuestro plan de emergencia de buceo ha de estar operativo durante la inmersión y en las horas circundantes a la misma.
Del mismo modo es importante corroborar que el teléfono de atención es el que tenemos apuntado. Debemos garantizar que nos van a atender en caso de necesidad ya que no podemos estar probando números mientras se nos va un tiempo que podrá ser vital para el paciente.
- Cámara hiperbárica. Debemos conocer la ubicación del centro hiperbárico más cercano (no lo hay en todos los lugares) y del mismo modo, saber el teléfono correcto y operativo de atención. Si nos topamos ante una sospecha de enfermedad descompresiva debemos comunicar los datos de la inmersión, los datos que registró el ordenador del paciente y toda la información que tengamos acerca del paciente.
Todo ello son los medios materiales, personales y profesionales que han de estar presentes en todo plan de emergencia de buceo. Ahora bien, lo importante es tenerlo todo preparado o al menos la mayor parte (en la medida de las posibilidades) y más aún saber cómo organizarlo, tener un esquema en la cabeza para que la aplicación en caso de emergencia de buceo sea eficiente, rápida y efectiva.
Si buceamos con un centro de buceo o un club evitaremos el hecho de tener que contar con todo esto. Además los dive center tienen su plan de emergencia, el mantenimiento adecuado de los materiales y los contactos adecuados en caso de emergencia.
Si buceamos por nuestra cuenta, como mínimo debemos tener un dispositivo para comunicarnos, con el que poder llamar al 112 en caso de emergencia. Pero como buceador de este tercer nivel, debes llevar contigo una mascarilla para suministrar respiración artificial. Aunque verás que no es obligatorio, sí sería conveniente). Disponer de alguna persona en tierra que nos pueda ayudar, transportar y avisar a los servicios de emergencia también debería ser algo a tener en cuenta, sobre todo si buceamos en la unidad mínima de dos personas.
Ya sabemos todo lo que necesitamos, ahora toca conocer cómo organizarlo de forma eficiente para no tener que perder demasiado tiempo ante una emergencia de buceo. Veremos en este curso diferentes tipos de emergencias, aprenderemos a tratarlas de forma óptima y aprenderemos también el manejo de algunos elementos materiales. Además en el curso de primeros auxilios conoceremos el manejo del DESA y del oxígeno de emergencia.
Veremos que la secuencia adecuada para aplicar un plan de emergencia de buceo se resume, de forma concreta y sencilla, en este esquema:
Ante cualquier emergencia de buceo, lo primero que debemos hacer es dedicar unos minutos a pensar. Es lo que diferenciará el éxito del fracaso en nuestra actuación. Dedicar un tiempo a pensar, al principio, junto a esta formación y la práctica en los simulacros nos dará mayores garantías de éxito.
Si la emergencia es en la superficie, quizás sea más que suficiente lanzar un salvavidas para que (por ejemplo) un buceador en pánico que no ha hinchado su chaleco, se tranquilice y se calme. Fin del problema. No hemos de ponernos en peligro a nosotros mismos.
Aprenderemos las diferentes técnicas de rescate, tanto sumergidos como en superficie, del caso de buceador consciente con problemas, del buceador en pánico o del buceador inconsciente.
Hemos de pensar qué material tenemos y qué nos va a servir para esa emergencia en concreto. Saber qué vamos a emplear y pensar dónde está ubicado, evitará los nervios y hará que todo sea más fluido durante el rescate.
Del mismo modo, conociendo a las personas que tenemos, podremos saber en quién delegar, qué tareas del rescate, si creemos conveniente delegarlas.
Pensar un momento acerca del lugar donde estamos; lejos o cerca de costa, distancia al barco, con mucha o poca corriente… son aspectos clave que harán que nos enfoquemos de la forma correcta al rescate.
Tras tener lo anterior bien claro ya podremos evaluar la emergencia, sabremos ante qué tipo de rescate nos enfrentamos y podremos iniciarlo con los conocimientos que vamos a adquirir en este curso de rescate.
Podría tratarse de un problema leve, por ejemplo cuando un buceador está nervioso por enfrentarse a una situación nueva para él: más corriente, cansancio por el excesivo aleteo, la oscuridad de una nocturna. Este tipo de situaciones las podremos solucionar con psicología, acercándonos al buceador, diciendo que nos mire, indicando que se calme, respire lenta y profundamente y quizás parándonos en el fondo arenoso o agarrándonos en alguna roca. No es una situación de rescate sino de prevención del estrés y del pánico en el buceador afectado.
También podríamos estar ante una situación en la que nos encontramos al buceador ya en pánico, nervioso, que se quiere ir para la superficie rápidamente, se quita la máscara o el regulador… Estamos ante una situación de rescate en la que, a priori, el buceador está consciente (o inconsciente, pero respira). Veremos y analizaremos los posibles casos y tipos de rescate a realizar en este tipo de situaciones.
Finalmente la situación podría ser más complicada de lo deseada y nos podríamos encontrar en el caso de un buceador inconsciente que no respira. En este caso, lo primero que debemos hacer es alertar, llamar al 112 y después seguir con el rescate.
¿Preparado para el siguiente tema? Vamos a ello: Habilidades de rescate en superficie.