La mejor opción del mercado para las personas más frioleras y la única opción para las inmersiones en aguas frías, es el traje seco de buceo. Con un traje seco, como su nombre indica, saldremos de nuestras inmersiones tan sequitos como entramos. Es decir, son trajes con los que podremos bucear de forma totalmente aislada del agua.
En lugar de agua, entre nuestra piel y el traje de buceo habrá aire, que no conduce tan fácilmente el calor y por tanto nos protegerá de manera mucho más efectiva de la pérdida de temperatura.
Tipos de traje seco
Existen varios tipos de traje seco. Pero básicamente distinguiremos dos grandes subgrupos, que explicamos a continuación y que se identifican por el material en el que están fabricados:
Trajes secos de neopreno
El aspecto de estos trajes secos es muy similar a los trajes semisecos de buceo. Están fabricados en neopreno, pero los sellos o manguitos son completamente ajustados a nuestra piel. El cierre o sello es total con nuestras extremidades superiores y continua al cien por cien con nuestras extremidades inferiores (no hay intersección alguna entre los pies y las piernas). Los sellos o manguitos están fabricados en diversos materiales que ajustan a la perfección con nuestra piel: goma, silicona, látex o diversas combinaciones de materiales (más finos que en los semisecos) que realmente ajustan a la perfección. Existen diferentes espesores, como ocurre con los trajes húmedos y semisecos; pero la propia fabricación en neopreno supone, en sí misma, una mayor protección térmica.
Trajes secos trilaminados
Son trajes que nada tienen que ver con el neopreno. Diversos materiales totalmente impermeables y transpirables en su interior, fabricados con sumo cuidado y su aspecto es totalmente textil, más holgado y mucho más finos que los de neopreno. Requieren de prendas interiores para el traje seco (que denominamos «rata»), ya que no protegen del frío de la misma manera que el neopreno.
Ambos tipos de traje seco garantizan la total estanqueidad. No nos entrará nada de agua al interior y ambos tipos de traje emplean el mismo sistema de manguitos, sellos, costuras perfectamente diseñadas, cosidas, pegadas y encintadas así como escarpín/calcetín integrados, para no preocuparnos por los manguitos inferiores, como sí ocurre en los trajes semisecos. No obstante, vamos a distinguirlos comentando las ventajas e inconvenientes de ambos tipos de traje seco.
Comparación entre ambos tipos de traje seco:
Traje seco de neopreno
- Mayor resistencia a roces
- Más difícil «pincharlo»
- Más complicada la reparación
- Mayor protección térmica
- No requiere tanto aire
- Más hidrodinámico
- Ocupan más espacio
- Menor variedad en el mercado
- Más económicos
- Están más estandarizados
Traje seco trilaminado
- Hemos de ser más cuidadosos
- Mas delicado «ojo con pincharlo»
- Se reparan más fácilmente
- Requiere prendas de protección
- Debemos introducir más aire
- Menor dinamismo bajo el agua
- Ocupan menos espacio (viajes)
- Gran variedad en el mercado
- Suelen tener un mayor precio
- Posibilidad de hacerlos a medida
Aspectos a tener en cuenta con el traje seco de buceo
Indiscutiblemente es la mejor opción de todo lo que podemos encontrar en el mercado si nuestros buceos se desarrollan siempre o casi siempre en aguas frías. También será tu mejor opción en el caso de que toleres muy mal el frío o si realizas varias inmersiones sucesivas, te gusta el buceo profundo o piensas realizar largas inmersiones, si por ejemplo, practicas el buceo técnico.
Es importante esto último. Ya que aunque no buceemos en aguas frías, si vamos a bucear profundo o realizamos inmersiones muy largas, el tiempo y la profundidad son variables muy importantes a tener en cuenta y no sólo por los cálculos de descompresión; también debemos contemplar esta variable, la pérdida de calor que será mayor a más profundidad y mayor tiempo de buceo.
Formación de buceo para el manejo de traje seco
Bucear con traje seco requiere de una formación previa. Recuerda que vamos a introducir aire entre nuestro cuerpo y el traje. Ello implica una mayor flotabilidad. Debemos «compensar» nuestro traje, al igual que ocurre con el placaje que produce nuestra máscara de buceo. Debemos tener en cuenta las modificaciones en el lastre, aprender a introducir y vaciar el aire de nuestro traje seco y acostumbrarnos a repartir bien ese aire en el interior del traje.
Además debemos tener en cuenta otra de las ventajas del traje seco: la redundancia en cuanto al dispositivo de control de la flotabilidad. Y es que nuestro traje seco hace también las mismas funciones que el chaleco. Estaremos buceando con dos dispositivos de control de la flotabilidad y normalmente necesitaremos, como es lógico, más cantidad de lastre.