La inspección visual de una botella de buceo se realiza una vez al año para ver posibles picazos y/o corrosión en su interior.
La prueba hidrostática se le realiza a todas las botellas de buceo una vez al año para ver abolladuras o imperfectos.
La inspección visual de la botella de buceo se realiza dos veces al año, sobre todo, para analizar si hay corrosión en el interior.
Hacemos la prueba hidrostática a las botellas cada tres años para saber si tienen corrosión, óxido o imperfecciones en su interior.