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Conociendo el buceo recreativo
En este apartado vamos a dar un breve paseo por la historia del buceo hasta llegar al buceo que nos atañe, el buceo recreativo. Tras ello analizaremos su presente, cómo se organiza el buceo en el mundo y en España. Veremos las certificadoras que existen, las federaciones y los centros de buceo. También daremos unas pinceladas a todo lo que dice la ley, en España, respecto al buceo recreativo.
En cualquier caso si deseas saberlo todo sobre el buceo recreativo en Buceitos.com podrás encontrarlo. En nuestra sección de conocimientos tendrás acceso continuo y gratuito a todos los conocimientos de buceo. Podrás informarte, formarte, consultar y solucionar cualquier duda sobre la teoría de buceo.
Ponemos a tu disposición un material y una información de gran valor para comenzar, descubrir o simplemente mantenerte como un buen buceador o buceadora.
Buceitos.com ha sido creado para bucear en seco, con tranquilidad y calma en las profundidades de esta web. Que expandas tus conocimientos, que te informes y te formes en todos los niveles. Para mantenernos como buenos buceadores, por la seguridad nuestra, la de nuestros compañeros de buceo y sobre todo por el respeto y la seguridad del entorno subacuático.
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Historia del buceo recreativo
El afán por descubrir los mares y los océanos por parte del hombre viene de muy atrás. Hace miles de años que el hombre se ha sumergido en mares, océanos y ríos según muestran algunas pinturas y grabados. El hombre se sumergía varios metros y durante varios minutos a pleno pulmón con el fin de conseguir recolectar moluscos, pescar peces y extraer perlas, esponjas y coral. Tenemos constancia de que los griegos ya buceaban durante unos cuantos minutos con aire provisto desde la superficie mediante cañas huecas. El buceo se empleaba siempre con fines extractores o con fines militares (os contaré más adelante alguna batalla curiosa que tiene que ver con el buceo en la antigüedad).
De las cañas huecas (Antigua Grecia) hasta lo que hoy conocemos como regulador de buceo o escafandra autónoma, la humanidad ha pasado por diversos y variopintos inventos y artilugios, que también iremos presentando más adelante. Tubos largos hasta la superficie, vasos y campanas invertidas (en torno a 1660), barriles con «mangas» (1766), cascos pesados e incómodos (1830-1880)… Todos ellos, varios sistemas con el mismo fin. Poder bucear, estar más tiempo y mejor en el medio acuático, buscando una fuente de aire que siempre partía de la superficie.
Polinesia, Japón y la antigua Grecia
Griegos, polinesios y japoneses destacan en su historia diversas aventuras y desventuras con el buceo. Mostraron ser punteros en sus desarrollos e inventos para permanecer sumergidos; eso sí, siempre con los fines comerciales y militares que antes hemos comentado. Merece la pena señalar la escafandra acorazada de Siebe Gorman y la de Galeazzi ya que fueron muy importantes en la época. Permitían largos tiempos de inmersión y batir los récords de profundidad de la época. Estamos en torno a 1930 y fue prácticamente el fin de los artilugios pesados y acorazados en el mundo del buceo.
No obstante, es curioso ver cómo en la actualidad, a mucha gente cuando se le habla de buceo le viene la imagen de ese buceador clásico con pinta de astronauta.
El verdadero cambio
Momento clave en la historia del buceo. Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial el buceo comenzó a hacerse más popular como deporte, pero obviamente nos estamos refiriendo al buceo libre. Fueron muchas las personas que se iniciaron en el buceo en apnea. Comenzaban, también, las primeras competiciones y los primeros retos por alcanzar la mayor profundidad. Eran los inicios del buceo deportivo. Los pesados, caros e incómodos artilugios no concordaban con las ganas de bucear más tiempo y con libertad de movimientos. Pero las ganas de conocer, experimentar y descubrir este nuevo mundo hizo darle al coco a varias personas de la época. Había que encontrar un sistema eficiente para poder obtener aire debajo del agua sin depender de la superficie. Estaban buscando lo que hoy conocemos como buceo autónomo o buceo con escafandra autónoma.
Nos trasladamos a 1943 y nombramos a dos señores que probablemente sí nos empiecen a sonar, un famoso buceador y un ingeniero. Son Jacques Custeau y Emilie Gagnan. El suegro de Custeau era el propietario de la empresa Air Liquide, conocida empresa que se sigue dedicando a la ingeniería, la carga, el diseño y el desarrollo de equipos contenedores de gases comprimidos.
Al suegro de Custeau le llegó un regulador de presiones para los vehículos a gas. En esta época Francia estaba ocupada por los alemanes y éstos les cortaban todo suministro de gasolina. Pensó que le podría ir bien a su yerno y vaya que si le fué. Gagnan (ingeniero de Air Liquide) y Custeau se pusieron a trabajar y en menos de un año tenían en sus manos el famoso Aqua-Lung. El primer regulador que funcionaba bajo los mismos principios que hoy funcionan los actuales. Señores… ¡acaba de nacer el buceo recreativo!
¿Ser buceador recreativo? cuidado… ¡que engancha! Y por esto surgió buceitos.com
Organización del buceo recreativo en España
Las federaciones
El buceo recreativo en España se regula y organiza, a grandes rasgos, como en todo el mundo; si bien es verdad que tenemos algunas particularidades por aquello de que… «Spain is different». Algo que veremos más adelante cuando hablemos de la legislación de buceo. En España, como en la mayoría de actividades físicas, tenemos a las federaciones. Éstas están organizadas por autonomías, reguladas, gestionadas y controladas por su comité deportivo y autorizadas por el Consejo Superior de Deportes.
Todas ellas se agrupan a nivel estatal en lo que, probablemente hayas escuchado alguna vez si estás interesado en bucear y seguramente hayas escuchado miles de veces si ya eres buceador en España. Hablamos de FEDAS (Federación Española de Actividades Subacuáticas). Ésta federación lleva funcionando en España desde 1967. Organiza varios eventos, cursos de formación, concursos de fotografía submarina, competiciones de apnea, pesca con fusil, expedición de licencias y varias actividades relacionadas con el buceo en este país. Regula tanto el buceo recreativo como el buceo deportivo en nuestro país.
Las certificadoras
Por otro lado tenemos las certificadoras. Sí, en España y en el mundo es necesario estar certificado para bucear con equipo. Nadie nos va a pedir nada si estamos haciendo snorkel y bajamos a pulmón dos minutos al fondo. Pero si queremos disfrutar del buceo recreativo con nuestro equipo de buceo autónomo, disfrutar de largas inmersiones, la profundidad, disponer de aire a demanda y ser un pez, por una hora o más sin sacar la cabeza del agua, tendremos que estar certificados.
Disponemos de varias certificadoras, todas igual de profesionales e igualmente reconocidas. Todas con años de experiencia en la formación y certificación de buceadores y todas ellas igualmente válidas para aprender a bucear. Digo ésto porque si estás investigando sobre con quién empezar a bucear o dónde hacer tu primer curso, seguro que has escuchado miles de opiniones y te sientas algo confundido.
Muchos buceadores sólo defienden a la certificadora con la que se formaron, otros hablan mal de la competencia, otros nos hemos formado con más de una y en muchas ocasiones, algunos, sólo hablan bien de su última formación. En mi opinión es preocupante que nos podamos sentir perdidos por este asunto cuando empezamos o queremos empezar a descubrir esta pasada de mundo. Es totalmente al revés, contar con variedad de opciones y diversidad de opiniones siempre es positivo y enriquecedor. Hemos de tener la mayor información posible, de buenas fuentes, para poder decidir mejor. Obtén tu certificación de buceo recreativo con quien mejor te resulte, en tu opinión. Ese es mi consejo.
Un ejemplo
Me gusta ilustrar todo esto con un símil muy sencillo. En España y en el mundo para poder conducir un coche necesitamos, entre otras cosas, tener un carnet ¿no? Necesitamos nuestra licencia de conducir. Conducir no es peligroso y tampoco es difícil, para nada. Pero necesitamos conocer una serie de cosas, necesitamos formarnos con nuestro libro, nuestras clases de teoría, hacer nuestros exámenes, nuestras prácticas y nuestra evaluación ¿verdad? ¡Pues esto del buceo es exactamente lo mismo!
El buceo recreativo no es peligroso ni es difícil. Todo lo contrario, es sencillo y divertido pero hemos de conocer algunas cosas a nivel teórico, varios aspectos y ejercicios a nivel práctico y ser evaluados para obtener nuestro carnet de conducir bajo el agua. Pues bien, las diferentes certificadoras son las «autoescuelas» del agua. Elige la quieras. Con todas obtendrás tu certificación, todas son igual de profesionales, los precios son similares y la formación idéntica en su esencia y equivalentes entre sí. Quien te diga lo contrario… está marcado por unos u otros intereses. Nada más.
Nada más tener el carnet de conducir eres un conductor, cuando llevas un año conduciendo eres un buen conductor. En el buceo ocurre lo mismo, obtén la formación con quien quieras, serás un gran buceador cuando lleves un buen numero de inmersiones realizadas.
Tenemos a nuestra disposición un buen número de entidades certificadoras para aprender a bucear: ACUC, IDEA, NAUI, BSAC, CMAS, PADI, SSI… son las más conocidas a nivel mundial. Ha pasado mucho tiempo desde la creación de todas ellas y como ocurre siempre algunas han ido destacando más que otras. Temas económicos, financieros, estatales, número de certificaciones, adeptos o, simplemente, marketing han hecho que algunas vayan cayendo en el olvido. Daremos algunas pinceladas por las tres más importantes (por presencia) en España:
CMAS
Tiene mucha presencia en Italia, Bélgica, Francia y España (aunque cada vez menos en todos ellos). Habrás podido escuchar por ahí, «¡bah! solo está reconocida por Europa», totalmente falso. He buceado en Polinesia y México con mi titulación de CMAS. Es la formación y certificación que obtienes cuando eres buceador FEDAS; es decir la Federación de buceo en España expide las titulaciones bajo este sistema de enseñanza de buceo.
Sí que me gustaría señalar que la formación CMAS, vía FEDAS es un poquito más económica. Pero al final sale igual de precio ya que con la certificación pagas un año de federación y un año de seguro de buceo. Nuestros bomberos, guardias civiles y militares buceadores suelen ser FEDAS (formación CMAS) ya que, como imaginamos, el Consejo Superior de Deportes es una entidad que depende del Estado. Como puntos a favor de CMAS diré que la teoría es algo más concreta (pero algo más «dura») y la práctica en el agua es más «directa».
Por otro lado diré que he estado en Indonesia y en Malasia y en ninguno de los centros de buceo conocían mi tarjeta. Pero, por supuesto, pude bucear igualmente. Lo que no agrada demasiado es tener que pagar por un seguro que, quizás, no deseas y por estar federado siendo que, puede que no quieras competir ni asistir a ninguno de los eventos que FEDAS organiza.
PADI
Es la certificadora americana por excelencia, la más conocida a nivel mundial, un poquito más cara y la más «bonita» y llamativa a nivel publicitario. El contenido de su formación es igual de extenso que en las demás pero sí puedo decir que es más «amplio» a la hora de leerlo y estudiarlo pero bastante más didáctico. Se está poniendo las pilas digitalizando todos sus materiales y se está esforzando en el e-learning y las apps. Aunque, en mi opinión, no está todavía al nivel de SSI).
Las prácticas en el agua son, quizás, algo más repetitivas (pueden parecer más pesadas, aunque bajo mi punto de vista, para nada es negativo) y es cierto que son mucho más estrictos en los ejercicios a realizar. El sistema americano de esta organización basa el aprendizaje en la repetición, por lo que puede resultar más «pesado» pero resulta muy efectivo. Lo que más me gusta de PADI es que, hasta en el sitio más recóndito de Indonesia, en el más aislado club de las Canarias, en la isla más pequeña de Polinesia o en el pueblo más escondido del Caribe verás que en el centro de buceo hondea la bandera de PADI.
También diré que es la certificadora que más estudia, se adapta, cambia estándares, realiza estadísticas e invierte y vela por la seguridad de los buceadores y la conservación de los océanos. (Pero hay que señalar que lo tiene más fácil; ya que es la más poderosa a nivel económico y la que más buceadores certificados tiene a nivel mundial).
Aquí podrás descubrir todo acerca de PADI.
SSI
También de los Estados Unidos, gran certificadora de buceo recreativo que está incrementando su presencia en Europa. Poco a poco está ganando más adeptos para plantar cara a PADI a nivel europeo. A nivel teórico es similar a PADI. A nivel de prácticas en el agua se puede decir que son más flexibles a la hora de practicar y enseñar los ejercicios. Sus programas son 100% equivalentes.
Lo que más me gusta de SSI es que no cobran por sus materiales de estudio que, además, están disponibles on line en su totalidad. Del mismo modo; todo, absolutamente todo en SSI, lo puedes llevar en tu ordenador, tablet o smartphone. Desde la teoría en la formación, hasta la guía de las prácticas, tus tarjetas de certificación y tus libros de inmersiones, está todo de forma digital. Lo cual es muy cómodo y goza de todas las ventajas que conocemos acerca del mundo digital y los soportes on-line. Más sobre SSI.
Elige la que más te guste por uno u otro aspecto. Todas son profesionales, todas están reconocidas a nivel internacional, respaldadas por expertos y todas te van a formar bien como buceador.
Legislación de buceo recreativo en España
En todo el mundo el buceo está regulado de una u otra forma, pero hemos de saber que en Europa está más fuertemente regulado y todavía más en el caso de países como Francia o España. Veremos por qué digo esto más adelante. Puedes ir a bucear al Roatán, a los cenotes mexicanos y por la mayoría de islas asiáticas y lo único que te van a pedir es tu certificación como buceador. Nada más. Dejas tu tarjeta en el centro de buceo y… ¡a bucear! Nunca me pidieron la tarjeta del seguro ni el certificado médico en ninguno de estos lugares. Da igual, hay que tenerlo allá donde vayamos, por nuestro propio bien y seguridad.
Pero hemos de saber que en Europa y por supuesto en España, no podrás bucear en ningún centro de buceo sin tu seguro, sin tu certificación ni sin tu reconocimiento médico (todo ello en riguroso vigor).
De modo que siempre, antes de ir a bucear chequea que tu seguro y tu reconocimiento médico están dentro de las fechas. Lo mismo si vas a bucear por libre, sin ir acompañado por ningún centro de buceo. Guardia Civil Marítima, seguridad de Puertos, Marina Mercante… también están para esto chic@s, a fin y al cabo es hacer cumplir la ley por nuestra propia seguridad. Nada más. Como debe ser, bucear sin seguro en vigor, sin reconocimiento médico y/o sin certificación puede suponer un riesgo, supone incumplir la ley y conlleva una sanción. Lógico y normal.
Volviendo al símil de la conducción: es lo mismo que conducir sin carnet o con el carnet de conducir caducado. Riesgo, incumplimiento de ley y correspondiente sanción. Es simple.
¿Qué debemos conocer?
No es necesario conocer la ley al completo para bucear, claro que no. Normalmente, por muy expertos que seamos, acudimos a centros de buceo o a profesionales del buceo para que nos guíen en nuestras inmersiones. Ésto nos garantiza que estamos buceando en consistencia con las leyes de la zona, autonomía o país en cuestión. Si estás interesado en las leyes que rigen el buceo en nuestro país, dejaré los enlaces a los apartados del BOE, más adelante. Ahora únicamente daremos unas pinceladas a los aspectos más relevantes y que más nos atañen de forma directa a la hora de bucear.
En primer lugar, indicar que toda la legislación (a excepción de algunas modificaciones que se hicieron entre el año 1992 y el año 1997) proviene de 1969. Sí, así es. Resulta hasta curioso que las leyes que regulan el buceo en España vengan firmadas por el señor Francisco Franco. Con todo lo que ha evolucionado el buceo, con todo lo que las certificadoras han invertido en investigar, estudiar, medir y comprobar, con todo lo que la industria del buceo ha progresado… nos seguimos rigiendo por estas leyes.
Sí, en España ante la ley, seguimos siendo buceadores de segunda, buceadores de primera, buceadores monitores o buceadores instructores en lo que a buceo recreativo se refiere. Por otro lado y de forma similar está contemplado el buceo profesional y el buceo militar. Gracias al esfuerzo de las certificadoras tenemos convalidaciones con estos títulos que rigen en nuestro querido país, desde el año 1969. Así que no hay problema. De hecho hace mucho tiempo que no escucho eso de «soy buceador de primera» o «de segunda». Escuchamos… Soy PADI Advanced, PADI Dive Master, Máster SSI o PADI/SSI/CMAS Instructor. Menos mal…
«Spain is different»
No conformes con mantener prácticamente intacta la legislación desde el 69, resulta que en España no es lo mismo bucear en Canarias que bucear en Galicia o en Valencia. Entre el 1995 y el 2000 varias Comunidades Autónomas aprovechan la cesión de competencias en materia de buceo para renovar y adaptar la legislación de buceo a los tiempos actuales, pero como ocurre en muchos otros aspectos de legislación, esto hace que sea más difícil ir al unísono y bailar al son del resto de países.
Del mismo modo, ocasiona que cumplir los estándares de las certificadoras no sea equivalente a estar cumpliendo la ley en determinada Comunidad Autónoma. Aparecen disparidades, surgen algunos «vacíos legales», nacen centros de buceo que no hacen las cosas como deberían, cierran centros de buceo que hacen las cosas como deben y… este tipo de cosas que no son plato de gusto para nadie.
No obstante y aunque pondré más adelante los correspondientes enlaces al BOE y a las normativas específicas por Comunidades Autónomas, bucear en consistencia con la ley es muy sencillo si cumplimos estos puntos:
- Vamos a bucear con un centro o club de buceo legal y autorizado por la Comunidad Autónoma donde estemos.
- Aprendemos a bucear con un centro de buceo legal y autorizado o con un profesional instructor de buceo en activo. Las certificadoras tienen una forma rápida y sencilla de saber que tu guía e instructor es quien dice ser, tiene la certificación que dice tener y está en activo dentro de su organización.
- Nunca se bucea sólo. Siempre nos sumergiremos, como mínimo en un sistema de parejas.
- Poseemos nuestro seguro de buceo y estemos buceando dentro de las fechas para las cuales, lo tenemos.
- Tenemos nuestro certificado médico y estamos buceando dentro de los dos años desde que nos lo certificaron (los profesionales, es decir, tu guía o tu instructor deben tenerlo cada año en lugar de cada dos).
- Hemos cumplido la edad que dice la ley. En España, la legislación estatal marca los 16 años de edad para ser buceador. Es decir, puedes obtener tu primer curso de buceo con 16 años. Si bien, algunas Autonomías rebajan esta edad a los 12, 10 y 8 años.
- Si buceamos sin un guía, instructor o no ligados a un centro de buceo, tener en cuenta que la profundidad máxima en toda inmersión será de 40 metros. Conocer que la presión parcial de oxígeno en el gas inspirado no deberá superar 1,4 atmósferas y preocuparnos de tener nuestro equipo de buceo mínimo completo, mantenido y puesto a punto previo a cualquier inmersión.
No obstante debemos saber que a nivel internacional y bajo los estándares de cualquier certificadora de buceo, el límite de profundidad del buceo recreativo son los treinta metros de profundidad. Es decir, como buceadores recreativos no debemos planificar inmersiones a profundidades mayores a los treinta metros. Existen formaciones y entrenamientos adicionales para el buceo profundo. Todo tiene un porqué y si deseas saberlo aquí explicamos bien las limitaciones del buceo recreativo.
Hemos de conocer que todas las certificadoras tienen sus propios estándares, muy similares y próximos entre sí. En mi humilde opinión, son las certificadoras y federaciones las que trabajan formando buceadores, las que más investigan a cerca del buceo recreativo, las que realizan estadísticas y los estudios de los datos en todo lo referente al buceo y a lo que supone aprender a bucear. Por ello, quizás deberíamos considerar más interesantes los estándares de las certificadoras ya que son más completos, están mejor explicados y son mucho más concretos que la propia legislación.
Pero para aprender a bucear e iniciarnos en el buceo… no tenemos que saber nada de ésto. Simplemente quiero señalar con todo ello, que buceemos con la certificadora que buceemos y elijamos la que elijamos para hacer nuestros cursos de buceo, estaremos siempre seguros y bajo unos límites y estándares más restrictivos de lo que indica la propia ley.
¡Por fin! el 1 de julio de 2020 se actualiza en el BOE la normativa referente a las actividades subacúaticas en España. No han cambiado demasiados aspectos pero sí algunos como las edades para practicarlas (desde los 8 años), los límites de profundidad (40 metros máximo), la no necesidad de embarcación para las inmersiones desde tierra y la no necesidad de reconocimiento médico (en buenas condiciones de salud, será suficiente con el cuestionario médico y nuestro consentimiento).
Centros de buceo recreativo
Cuando empezamos a bucear es lo primero en lo que debemos pensar y es que, nos tenemos que poner a buscar el centro de buceo donde depositaremos nuestra confianza para aprender a bucear. Debemos saber que hay varios tipos de centros de buceo en España y de forma similar por todo el mundo.
Por un lado, disponemos de centros de buceo que nos ofrecen inmersiones guiadas por la zona en la que bucean. Generalmente disponen de equipos completos de buceo para alquilarnos, cuando no tenemos o no llevamos el nuestro y por supuesto, suelen (deberían) disponer de estaciones de carga de botellas. Si llevamos nuestro equipo listo para bucear, la utilidad de este tipo de centros es sencilla pero muy importante, ya que nos pueden proporcionar los cinturones de plomos y las botellas de aire con las que bucearemos. Además (y ahí está el verdadero valor) nos van a proporcionar un guía; un guía de buceo con formación Máster o Instructor de buceo, alguien experimentado y sobre todo, alguien conocedor de las zonas de buceo y las inmersiones que vamos a realizar. Ello nos aporta seguridad y nos facilita descubrir las zonas de buceo que merecen la pena allá donde vayamos.
Tenemos también los clubs de buceo. En su gran mayoría son similares a los centros que antes hemos descrito, con la diferencia de que no son empresas como tales. Como cualquier club, no tienen ánimo de lucro. Son agrupaciones de buceadores que se conocen, bucean juntos, realizan quedadas y diversas actividades de buceo (y de no buceo). Está genial pertenecer a un club de buceo cuando vives en una zona donde se puede bucear, ya que es la forma de aprovechar bien todos los beneficios que aporta un club.
Poder asistir a las actividades, poder bucear, almorzar, cenar y salir a tomar algo después de compartir una afición es algo genial. Bien es cierto que no son empresas de buceo, como ya hemos dicho; de modo que en muchos de ellos las tenencias se limitan a las botellas, el aire y los plomos. No hay problema en ello, ya que cuando perteneces a un club de buceo lo más normal es que cada uno tenga su equipo bien mimado, mantenido y puesto a punto para… ¡bucear cuando se tercie!
Por otro lado, disponemos de escuelas de buceo. Son las más numerosas y en mi opinión útiles, sobre todo cuando hablamos de empezar a bucear o seguir con nuestra formación como buceadores. En el fondo son centros de buceo como los descritos al principio, pero en esta ocasión todas cuentan con equipos completos para su alquiler y utilización en los cursos de buceo. No obstante la diferencia principal con los primeros es que son el lugar adecuado para empezar a bucear.
¿Por qué? porque son centros autorizados, regulados, examinados y sometidos al control de la certificadora (o certificadoras, ya que muchos trabajan con varias) a la que pertenecen. Son las autoescuelas físicas del agua. Ahí encontraremos a nuestros instructores de buceo, es donde nos dan a descubrir la actividad del buceo recreativo (los llamados bautizos de buceo), imparten los cursos de formación para poder ser buceadores certificados (normalmente ofrecen todos los niveles) y también nos ofrecen los servicios de inmersiones guiadas, alquiler de equipos, llenado de botellas y, en su gran mayoría, mantenimiento y repuestos para equipos de buceo.
Finalmente encontraremos, aunque a mucha menor escala, las macroescuelas de buceo (es nomenclatura propia, recordad). Las llamo así porque suelen tener unas enormes instalaciones, suelen tener piscina, tienda de equipos de buceo, un gran almacén con numerosos equipos para alquilar, una sala de compresores con multitud de botellas para llenar, e incluso, en muchas de ellas, alojamiento para los alumnos de sus cursos.
A nivel cuantitativo tienen más de todo, suelen trabajar con mucho volumen de gente (lo que en ocasiones, hace que no se corresponda esa grandiosidad con la calidad), suelen estar bastante ligadas a la certificadora con la que trabajan (lo que puede darnos una mayor confianza) y a las marcas de material de buceo proveedoras, lo que a veces, da ventajas en los precios que ofrecen en su tienda. La diferencia cualitativa de estas escuelas, mucho menos numerosas, es que suelen impartir formación de instructores. Digamos que son «la Universidad del buceo recreativo» donde se forman los instructores que conocerás a lo largo de tu vida como buceador.
¡Mucho ojo con los centros de buceo! Los hay de todo tipo y algunos… no hacen las cosas bien.
Como hemos señalado anteriormente la legislación en España es muy protectora, lo que está muy bien para todos nosotros, los usuarios de los centros de buceo. Pero como siempre… hay quienes no cumplen la ley y por algún motivo u otro, siguen abiertos y prestando sus servicios a marchas forzadas con el único objetivo de seguir teniendo ingresos cuando, en verdad, deberían estar cerrados. Simplemente no cumplen la legislación. Por ello, en algunos lugares escucharás comentarios a cerca de los «Centros piratas». Vamos a ver, a continuación, algunas cosas que debemos saber para no sentirnos engañados y no dar nuestro dinero a quien, sencillamente, no lo merece.
Todos los centros de buceo en España han de cumplir una extensa regulación. Como usuarios no debemos conocer todo, pero hay algunos aspectos básicos y fundamentales que nos vendrá muy bien conocer:
Equipos de buceo recreativo
Los centros de buceo que nos alquilan material de buceo, cobran por ello. Perfecto. Pero estamos en nuestro derecho de que los equipos estén en perfecto estado. Hagamos un repaso:
Los trajes de neopreno que alquilamos han de estar en perfecto estado. Pueden incluir algún roce, pequeños rasguños o marcas en las zonas de codos y rodillas, por ejemplo. Pero no debemos permitir que tengan agujeros o que no tengan nuestra talla adecuada. ¿Por qué? Aprenderemos para qué nos sirve el traje a la hora de bucear más adelante. Pero básicamente, un traje que nos queda grande o tiene agujeros no cumple su función, que no es otra que mantenernos protegidos a nivel térmico. Es sencillo, ¿verdad?. Pues yo estoy cansado de ver centros de buceo cuyos trajes parecen un auténtico colador.
Máscaras de buceo. Es obvio que tienen que estar en buen estado, nos permiten ver bajo el agua perfectamente y evitan que nos entre agua por la nariz. He visto máscaras de buceo en varios centros que tienen la silicona más dura que una piedra e incluso presentan restos de moho entre la parte dura y la parte blanda de la máscara. No bucees nunca así. También es obvio pero, para algunos, parece ser que no tanto.
Aletas, nos permiten desplazarnos con facilidad bajo el agua. No es tan importante y tampoco es tan usual encontrarlas mal. Revisa siempre las fijaciones. No sabes la ingeniería casera que aplican algunos centros de buceo para estirar su uso al máximo y no es agradable quedarte sin aleta en mitad de un buceo. Se puede bucear con una aleta endurecida por el tiempo y el sol. Podemos bucear con una aleta rajada en su pala (mal también, pero se puede bucear con normalidad). También bucearemos si tiene la punta recortada. Pero revisa siempre las fijaciones. Prueba antes de ir al agua y solicita un cambio de aletas o un repuesto si las fijaciones no hacen su trabajo.
Chalecos de flotabilidad (BCD): elemento clave a la hora de bucear. He visto chalecos que pierden aire por alguna válvula, en más de una ocasión. También he visto chalecos en los que no funciona (no vacía el aire) alguna de sus válvulas. ¿Es peligroso? no del todo. Te pueden decir que tenemos tres válvulas, de acuerdo, podríamos bucear. Pero las cosas no funcionan así señores. Cambiar una válvula de un chaleco cuesta tres minutos de reloj. No hay escusas. La tráquea tampoco puede perder aire en su conexión. En muchas ocasiones pasa. Es cierto que suele perder muy poquito, no se nos va a evaporar el aire de la botella por ahí, no corremos peligro. Pero no hay escusas. Es una parte del equipo fundamental y ha de funcionar a la perfección. Nos están cobrando por ello, recordad.
Regulador: transmite el aire de la botella a nuestro equipo y a nuestro pulmón. El elemento más clave del equipo. Ha de funcionar siempre como si fuese nuevo. Aquí si que no hay escusas. Ha de transmitir aire a nuestro manómetro a la perfección (nos indica la cantidad de aire que nos queda en la botella). Nos proporciona aire para respirar por las dos segundas etapas (hablaremos de todo ello, más adelante). No puede perder aire, ni burbujas pequeñas, ni grandes, ni de ningún tipo. He llegado a escuchar a un instructor decir a un cliente, no pasa nada, pierde poquito. Vale, es cierto. Pero señores, se trata de cambiar una junta tórica (cuesta 1 minuto escaso). Nos están cobrando un alquiler y la ley dice que todo ha de estar en perfecto estado.
La ley nos obliga a llevar con nosotros un reloj y un profundímetro o un ordenador de buceo. Esto es así. No podemos bucear sin saber tiempo y profundidad de la inmersión. Da igual que vayamos pegaditos al brazo del guía o cogidos de la capucha del instructor. También he escuchado en algún sitio eso de… «no pasa nada» yo llevo el ordenador y todos estamos haciendo el mismo perfil de inmersión. De acuerdo, es cierto que puede no pasar nada, pero sencillamente estamos incumpliendo la ley y nos están cobrando por ello. Algo distinto es en los cursos, donde estamos aprendiendo y estamos totalmente en manos del instructor.
Botellas
Sí, se llaman botellas. Aprendamos desde ya a llamarlas por su nombre. Nada de bombonas, nada de tanques, son botellas o, si lo prefieres, cilindros de buceo. Contienen el aire que vamos a respirar durante nuestro buceo. He visto multitud de botellas de buceo a lo largo de mi vida: griferías con óxido en su conexión a la botella, cilindros picados, botellas a medio pintar, griferías que se podían apretar más con la mano, juntas tóricas destrozadas o duras como el metal que las rodea, culos de botella con pequeñas abolladuras…
Todas estas cosas son las que les pueden ocurrir a nuestras queridas botellas de buceo. «Nunca pasa nada», pero…
Que nadie nos engañe. La botella ha de estar perfecta para bucear. Está claro que el sol, el agua del mar, la sal, la cal y los metales no se llevan nada bien y es muy difícil encontrar las botellas como el primer día. Pero una cosa es eso y otra cosa es bucear con una botella en mal estado. El aire es vida, pero buceando… es la vida. Una botella que contiene óxido en su conexión de la grifería… probablemente tenga bastante óxido en su interior: si el aire te sabe a metal o huele raro… es sencillo, que te cambien la botella si quieres bucear. Pero mejor… vete a otro centro de buceo. Es muy probable que el resto de botellas estén en el mismo estado.
La ley. De nuevo la legislación de buceo nos protege y obliga a todos los centros de buceo a pasar una inspección al año (se denomina inspección visual pero no sólo se trata de ver la botella, así sin más. Lo veremos más adelante) y una segunda inspección cada tres años (prueba hidrostática o barométrica). Hablaremos del retimbrado y las inspecciones en este mismo sitio web.
No obstante… puede darse el caso (creo que se da) de que en determinado centro de buceo pasen la inspección veinte botellas pero, en realidad, estén trabajando con veinticinco y curiosamente esas cinco son las que presentan restos de óxido o alguna pequeña abolladura. Por ello hemos de revisar siempre nosotros mismos el material con el que vamos a bucear. Es muy sencillo y se observa en dos minutos.
Aquí tienes mucha más información sobre los equipos de buceo.
Los centros de buceo recreativo en sí mismos
No hablaremos demasiado de ello. Los hay más grandes, más pequeños, más bonitos, más feos, más nuevos, más antiguos, más o menos limpios. Los hay con o sin piscina, con o sin vestuarios; algunos tienen taquillas y otros tienen el armario de la casa del pueblo. Bueno, a excepción de la higiene y la limpieza, son aspectos menores y que dependen mucho del usuario que se valoren más o menos. En mi opinión lo importante es la profesionalidad de los que nos van a guiar y/o enseñar a bucear. También he visto algún dive center enorme, nuevo y pintado mejor que un restaurante de lujo y tanto el dive máster como el instructor que ahí había… ¡a cuál más tarambanas!
Pero debemos saber que los centros de buceo han de cumplir una regulación, están sometidos a inspección y si detectamos cualquier irregularidad, nuestro deber como buceadores es denunciarlo.
Sí que me parece importante destacar el tema de los compresores. Hemos de conocer que la legislación para los centros de buceo recreativo indica que el compresor o compresores han de ubicarse en una habitación separada de cualquier otro habitáculo del dive center. He visto compresores dentro de un vestuario. He podido tocar compresores separados de la recepción del centro de buceo por un biombo de cañas de bambú. Esto, sencillamente, no es legal.
Si las botellas con las que vamos a bucear se llenan en el propio dive center, nos pueden mostrar con total normalidad donde llenan las botellas. El aire que entra al compresor debe provenir de una zona al aire libre, limpia, donde hay aire corriente, alejado de humos, humedades y fuentes de malos olores. Es tan sencillo como que el tubo de entrada de aire al compresor provenga del exterior, por encima de un tejado y sin estar al lado de la chimenea del bar contiguo. Parece lógico, ¿verdad?. Creed que la vagancia puede hacer estragos. He probado aire con sabor a churrasco y he probado aires con sabor a aceite del propio compresor. Por supuesto: no he pagado la inmersión y no he vuelto a ir a esos cuasi centros de buceo.
No nos vamos a morir por respirar durante cincuenta minutos aire con sabor a churrasco. Pero no es justo que alguien en el mundo este ganado dinero ofreciendo «cuasibuceo» y vendiendo aire con el que se podría freír croquetas.
Además de la ley, las propias certificadoras a las que están ligados los centros de buceo están abiertas a escuchar quejas, denuncias e irregularidades que detectamos en los centros de buceo. Una certificadora potente no va a trabajar con un centro de buceo que comete estos fallos. No hay que alarmarse, pero creo necesario que cualquier persona que se inicie en buceo recreativo tenga en su conocimiento estas pinceladas a cerca de esta realidad, sepa que la ley nos protege, no siempre se cumple y conviene ser buenos buceadores desde el principio. Para ello, hemos de conocer estas cosas que acabamos de ver.
El papeleo del buceo recreativo
Lo verdaderamente importante es lo anterior pero también hemos de conocer que la legislación obliga a los centros de buceo a tener, ofrecer, firmar y guardar durante años, determinada documentación. Los centros de buceo autorizados trabajan siempre con guías e instructores en activo con su correspondiente certificadora. Disponen de un seguro de responsabilidad y su instructor o instructores han de tener el suyo propio (esto es obligatorio en toda Europa. Difiere en Asia, África y América).
Las certificadoras tienen un método sencillo para comprobar que el instructor de tu curso o el guía de tu inmersión están en activo para/con su certificadora. No hagas un curso o no te dejes guiar por un «profesional» que no está «de alta en su certificadora. Es sencillo, lógico y justo. Recuerda que estás pagando por ello. Ojo aquí con los pseudocentros de buceo que abren sólo algunos días a algunas horas, algunos clubs de buceo y aquellos centros de buceo «low cost». Recuerda que lo barato… siempre sale caro.
Desconfía siempre de aquel centro de buceo que:
- No te pide la tarjeta con tu certificación como buceador.
- No solicita ver la tarjeta de tu seguro de buceo.
- Obvia u «olvida» tu reconocimiento médico.
- No te da los papeles que siempre firmamos.
- No lleva consigo, en el barco, la documentación para el pasaje.
- Recuerda, además, que todo lo anterior ha de ser preocupación tuya; de hecho es por y para tí. Son aspectos que te benefician como buceador y de los que tú mismo eres responsable. Pero un centro de buceo responsable y fiable siempre actuará de esa manera.
No te fíes si el centro de buceo al que has acudido te hace firmar algún documento que hable de la pertenencia a un club o acerca del buceo especial bajo un club, cuyo nombre nada tenga que ver con el del centro de buceo. No estoy diciendo que sea para asustarse, pero pregunta, habla, que te expliquen por qué y te indiquen claramente qué supone esa firma, ese «club». Recuerda que los clubs… ¡no tienen ánimo de lucro! Ojo con los centros de buceo que se camuflan en club.
En realidad es tan sencillo como elegir centros de buceo autorizados y ligados a una certificadora potente, como las que ya conocemos. Las Comunidades Autónomas proveen el listado de centros de buceo autorizados. Échale un ojo antes de elegir tu centro de buceo, allá donde vayas.
Si has llegado hasta aquí, ya sabemos algo a cerca del buceo recreativo y de todo lo que tiene que ver con bucear, en general. Estamos preparados para conocer, más a fondo, todo lo relacionado con este maravilloso mundo. Así que, si lo deseas, no lo pienses más: aprende a bucear ¡Desde ya!